Si eres mujer debes saber muy bien cómo es. Vas caminando de noche a casa y no importa si son las 21:00 o las 3:00 am, porque el miedo siempre se apodera de ti. Cada sujeto parado en la calle – especialmente si te habla, grita, piropea o insulta- te hace pensar que estás en peligro. Sólo deseas llegar cuanto antes, sana y salva a tu hogar.
Precisamente esta situación es la que refleja el cortometraje francés Au Bout de la Rue (“Al final de la calle”), dirigido por Maxime Gaudet.
La secuencia de poco más de 3 minutos muestra a una chica que se despide de sus amigos luego de una fiesta para enseguida emprender camino a su casa, que queda sólo a unas cuadras.
Al principio se ve cómoda, pero a medida que avanza el trayecto, la cosa comienza a tornarse peligrosa. Un tipo le habla y hasta la increpa por ignorarlo, pero afortunadamente al cabo de un rato éste decide irse. Y así la joven prosigue su camino, mientras el miedo y la ansiedad se apoderan de ella.
“Quería mostrar el acoso callejero, que es el más común. Estas cosas suceden y las mujeres no pueden hablar claramente de ello porque reciben como respuesta: ‘Vale, pero no te ha pasado nada finalmente’. Es acoso callejero, es cruel”, comenta Gaudet, de 28 años, al diario El País.
El cineasta dice que la idea surgió tras un episodio en que iba con su mamá y su novia en la calle.
“Un trabajador que estaba por la calle las insultó sin ninguna razón, y volvió a su trabajo como si nada. Por supuesto, antes había oído un montón de historias de amigas, pero ese momento me hizo concienciarme mucho sobre ello. Me di cuenta de lo preocupante que es ser insultado sin razón cuando tú sólo estás viviendo tu vida, y cómo de indefenso estás frente a eso”, comentó.
De hecho, para la mayoría de las mujeres es tan normal sentirse así, que ni siquiera lo comentan con sus cercanos. Y aunque los hombres también pueden sentirse amenazados de noche, las mujeres se sienten aún más desprotegidas, ya que suelen estar más expuestas a la violencia y el acoso sexual.
Gaudet también indicó que aunque su cortometraje es de marzo, recién ahora medios europeos los toman en cuenta. “Intenté ponerme en contacto con algunos sitios web para que lo compartieran, pero no tuve respuesta”, señaló, indicando que la esperanza volvió cuando a fines de mayo “algunas páginas que nunca respondieron a mis mails lo compartieron”.