Un australiano de 78 años, expasajero del crucero “Diamond Princess“, en cuarentena en las costas de Japón, fue la primera víctima mortal del nuevo coronavirus en el país, anunciaron este domingo las autoridades sanitarias.

El hombre murió la madrugada del domingo en un hospital de Perth (sudoeste), afirmó a la AFP una portavoz del ministerio de Salud del estado de Australia Occidental.

Su esposa, de 79 años y también contagiada a bordo del barco, permanece hospitalizada en Perth.

Más de 700 personas han dado positivo al nuevo coronavirus entre los pasajeros y la tripulación de este crucero.

“El proceso de la cuarentena no ha sido perfecto”, reconoció el director del departamento de enfermedades infecciosas en el Centro Nacional para la Salud y la Medicina, Norio Ohmagari.

El matrimonio figuraba entre unos 160 australianos evacuados del barco a mediados de febrero y dio positivo al nuevo coronavirus una vez repatriado.

Fue trasladado a una unidad de aislamiento en el hospital de Perth el 21 de febrero, mientras que los otros expasajeros fueron puestos en cuarentena en un campamento para trabajadores de la industria minera en desuso cerca de Darwin (norte).

Al principio, el estado de los dos septuagenarios no revestía gravedad. Pero la salud del hombre se deterioró, explicó Andrew Robertson, un alto cargo del ministerio de Salud de Australia Occidental.

Insistió en que el matrimonio había sido aislado muy rápidamente y que no representaba “ningún riesgo” para la población o el personal médico.

El domingo las autoridades sanitarias del estado de Nueva Gales del Sur confirmaron un nuevo caso (el 26) de contagio por coronavirus en Australia, un hombre que había viajado a Irán. La inmensa mayoría son personas procedentes de la provincia china de Hubei, foco de la epidemia.