Un turista japonés murió durante la ascensión al Uluru, la famosa formación rocosa en el corazón del desierto australiano que le ha costado la vida a numerosos visitantes, anunció la policía el miércoles.

Los servicios de rescate recibieron un aviso el martes, pero solo pudieron constatar la muerte del hombre, de 76 años.

“Creemos que es un nacional japonés. Por ahora, creemos que no hay nada sospechoso”, declaró a la prensa el comisario Shaun Gill, de la policía del Territorio del norte.

Al menos 35 personas han muerto en el monolito rojizo de 348 metros de altura desde que fuera abierto a los turistas en los años 1950. Muchos otros resultaron heridos.

Muchos visitantes consideran que la escalada del Uluru, también llamado Ayers Rock, forma parte de las actividades ineludibles durante un viaje a Australia.

Pero los aborígenes Anangu, que veneran el lugar desde hace decenas de miles de años, se oponen a su ascensión y esta estará prohibida a partir de octubre de 2019.

Unas 300.000 personas lo visitan cada año. No hay estadísticas sobre cuántos turistas lo escalan pero, al parecer, estos serían cada vez menos.