El cura australiano Gerald Ridsdale, de 83 años, que ya está cumpliendo una pena de prisión por abusos sexuales a menores, fue condenado el jueves a otros 11 años por abusar de 12 niños.

“Sus acciones fueron violentas y abusivas. Se aprovechó de su posición de poder y de confianza con los demandantes”, dijo la juez Irene Lawson del tribunal del distrito de Victoria, citada por el periódico Herald Sun de Melbourne.

“Siempre supo que lo que estaba haciendo estaba mal. No tenía límites, llevando a cabo abusos en su iglesia, en el confesional y en varios presbiterios”, añadió..

Con esta nueva condena Ridsdale suma abusos a un total de 65 personas. El cura está en prisión desde 1994 e iba a optar a la libertad condicional en 2019, un periodo que con la nueva sentencia se alarga hasta 2022.

En 2012 el gobierno australiano puso en marcha una comisión especial para investigar casos de abusos sexuales a menores en todo el país, cometidos en iglesias, orfanatos, escuelas o gimnasios.