Ante los éxitos militares de Ucrania y las entregas de armas occidentales, Rusia pronto solo tendrá una opción: la bomba atómica.
Hace sesenta años, durante la crisis de los misiles en Cuba, el mundo creyó rozar la catástrofe nuclear, un peligro que vuelve con las amenazas del presidente ruso Vladimir Putin de un recurso al arma atómica en la guerra que libra en Ucrania.
Estas son algunos de los momentos de la historia en los que el mundo temió lo peor:
Cuba, el temor más grande
En octubre de 1962, en el punto culminante de la Guerra Fría, el joven presidente estadounidense John Kennedy y el jefe de gobierno de la Unión Soviética Nikita Jrushchov se enfrascan durante trece días en un pulso que tiene en vilo al mundo.
Fotos tomadas por un avión espía estadounidense revelan la presencia en Cuba, aliado de Moscú, de rampas soviéticas de lanzamiento de misiles al alcance de las costas de Estados Unidos.
Kennedy juzga posible “un ataque nuclear contra el hemisferio occidental” y decide un bloqueo marítimo contra la isla.
Las fuerzas estratégicas son colocadas en estado de alerta máxima, nivel precedente al inicio de la guerra nuclear.
Cientos de bombardeos atómicos patrullan el cielo y se preparan misiles intercontinentales.
Los barcos soviéticos dan media vuelta y las dos potencias negocian un acuerdo entre bastidores: retirada de los misiles soviéticos a cambio de retirada de los misiles estadounidenses en Turquía.
Justo en ese momento un avión espía estadounidense U-2 es derribado sobre Cuba.
Kennedy envía a su hermano Robert, ministro de Justicia, a negociar con el embajador soviético. Jrushchov aceptar retirar sus misiles.
Washington promete no invadir Cuba y, de manera secreta, retirar sus misiles de Turquía.
Tras esta crisis, en 1963 se instala una “teléfono rojo” que permite a la Casa Blanca y el Kremlin comunicarse directamente.
Eventual catástrofe nuclear en la Unión Soviética
En la noche del 25 al 26 de septiembre de 1983, en un momento de gran tensión entre la URSS y Estados Unidos, un oficial soviético está de guardia en una base de alerta estratégica al sur de Moscú.
Stanislav Petrov dispone de algunos instantes para interpretar la señal de alarma de satélites de vigilancia que anuncian un ataque de cinco o seis misiles estadounidenses contra la Unión Soviética.
Petrov estima que un ataque estadounidense tendría que implicar un centenar de misiles y no solo cinco o seis, y llega a la conclusión de que se trata de un error del sistema de alerta.
Asume la responsabilidad de anunciar a sus superiores que no hay un ataque inminente, sino una falsa alerta.
Más tarde, los especialistas soviéticos establecieron que el problema se debió a una interpretación errónea del reflejo de rayos solares en las nubes. Lo anterior, confundido con la liberación de energía del lanzamiento de misiles.
Petrov será condecorado algunos meses después por “Méritos a la Patria”, pero el incidente permanecerá en secreto durante diez años.
India y Pakistán, la crisis más reciente
En mayo de 2002, India y Pakistán, que se disputan Cachemira desde la partición del imperio indio británico de 1947, se encuentran al borde de un nuevo enfrentamiento.
India atribuye a islamistas procedentes de Pakistán un ataque suicida contra el Parlamento en Nueva Delhi el 13 de diciembre de 2001 que deja catorce muertos.
Los dos países, potencias atómicas desde 1998, movilizan cerca de un millón de hombres a sus fronteras, especialmente en Cachemira.
En abril de 2002, el presidente paquistaní Pervez Musharraf analiza “el recurso al arma nuclear” si su país es amenazado de desaparición.
Durante dos años, Nueva Delhi e Islamabad se responden con ensayos de misiles, lo que pudo terminar en una catástrofe nuclear. Luego, bajo presión de Estados Unidos, se comprometen a una desescalada que da lugar a un alto el fuego en noviembre de 2003 y un proceso de diálogo en 2004.
“Casi fue una catástrofe nuclear”
Un tránsfuga de la KGB, el coronel Oleg Gordievski, revela en 1988 que los dirigentes soviéticos estuvieron a punto de iniciar la guerra atómica cinco años antes, en noviembre de 1983.
Esto, en un momento de pánico en el que creyeron que Occidente se aprestaba a lanzar un ataque nuclear sorpresa contra la URSS.
En realidad se trataba de ejercicios efectuados por la OTAN.
Entre otros incidentes de este tipo, la valija nuclear del presidente ruso Boris Yeltsin fue colocada en alerta el 25 de enero de 1995.
Esto, cuando los radares de su país interpretaron un lanzamiento de cohete meteorológico noruego como un potencial disparo ofensivo.
Una semana más tarde, Moscú calificó el tema de “malentendido”.