Los jesuitas de Canadá publicarán en enero de 2021 una lista con los religiosos que han sido objeto de acusaciones creíbles de abuso sexual, tras bucear en sus archivos hasta 1950, anunció la orden católica el martes.
“Es lo que debemos hacer”, pues es “importante para la curación” de las víctimas de abuso, dijo Erik Oland, líder de los jesuitas de Canadá.
La medida responde a la creciente exigencia de una mayor transparencia y responsabilidad por parte de la Iglesia sobre estos casos, y también ayudará a prevenir futuros actos de abuso, explicó.
La lista, que incluirá tanto los nombres de los religiosos como cuándo y dónde estuvieron destinados, se publicará en enero de 2021, después de que los investigadores privados del Grupo Asesor Internacional King completen una revisión de los registros de personal y otros documentos de archivo.
La lista incluirá casos “donde parezca más que probable que haya ocurrido un delito”, incluso si nunca se presentaron cargos penales o acciones civiles, así como los nombres de sacerdotes que murieron antes de que se hicieran o resolvieran las acusaciones, dijo el comunicado.
También puede incluir “pruebas de rumores plausibles” que no se incluirían en los procedimientos judiciales.
En declaraciones al medio local The Global and Mail, el padre Oland confirmó el papel preponderante de la compañía contratada para revisar sus archivos históricos. Por lo anterior es que la lista será publicada en un año más.
No obstante, el religioso confirmó que la orden jesuita canadiense ha pagado casi 6 millones de dólares en acuerdos extrajudiciales a las víctimas hasta 2007, y otros $ 1.1 millones desde entonces.
Las víctimas han pedido durante mucho tiempo una mayor transparencia de la iglesia sobre los casos de abuso y cómo se manejan.
“Realmente estamos tomando la decisión de ser proactivos. No estamos esperando ser forzados a salir de la clandestinidad. La orden jesuita, la iglesia católica, las personas con convicciones religiosas están haciendo un trabajo importante para nuestro mundo, por lo que no queremos seguir cargando este yugo sobre nuestros hombros”, dijo el padre Oland.