Esta semana, las autoridades canadienses confirmaron que el pueblo más septentrional del mundo, Alert, en Canadá, registró 21ºC el domingo, una temperatura sin precedentes.

Este poblado es la localidad más cercana al Polo Norte, donde el hielo y nieve han mermado ante un clima templado impropio de los veranos en la zona, lo que ha afectado el medio ambiente y a los glaciares, especialmente de Groenlandia.

De acuerdo a la Organización Meteorológica Mundial (OMM), entidad dependiente de Naciones Unidas, los incendios en la zona han aumentado a partir de junio, fecha desde la cual se han registrado más de 100 siniestros de larga duración dentro del Círculo Polar Ártico.

Sumado a ello, la OMM señaló que la parte nórdica del planeta se calienta más rápido que el resto del orbe, lo que seca los bosques y los hace susceptibles a incendios, fenómenos que han encendido las alarmas en Alaska y en regiones vecinas.

La tarde del 13 de junio, el climatólogo Stefeen M. Olsen difundió un alarmante registro obtenido en el noreste de Groenlandia cuando acudió a retirar instrumentos de medición usados en la misión Blue Action.

Al llegar a la zona, el científico encontró una laguna que se generó tras los deshielos, sobre la cual los perros y trineos podían correr dando la ilusión que se desplazaban sobre el agua.