El Vaticano pidió este martes “soluciones eficaces para proteger la vida” del francés Vincent Lambert, en estado vegetativo desde hace diez años, después de que por orden judicial se le reanudaran la alimentación e hidratación que lo mantiene en vida.

“Esperamos que se encuentren soluciones eficaces lo más rápido posible para proteger la vida de Lambert”, solicita el Vaticano en un comunicado.

La nota fue firmada por el cardenal Kevin Farrell, responsable del ministerio para los Laicos, la Familia y la Vida y el presidente de la Academia Pontificia para la Vida, monseñor Vincenzo Paglia.

“Alimentar un enfermo nunca es una forma de ensañamiento terapéutico irrazonable, hasta que la persona pueda absorber la nutrición y la hidratación y que no le cause un sufrimiento intolerable o resulte perjudicial para el paciente”, explicaron los eclesiásticos.

El caso de Vincent Lambert, que sufrió en 2008 un accidente automovilístico que lo dejó con daños cerebrales irreversibles, ha dividido a su propia familia y generado un férreo debate en Francia.

Los padres de Lambert, católicos fervientes, se han opuesto vehementemente a poner fin a la vida de su hijo y han recurrido sistemáticamente las decisiones judiciales de cesar los cuidados médicos.

En el pasado Francisco ha reconocido en varias ocasiones que el ensañamiento terapeútico trasgrede “el bien integral de la persona”.

Para el papa argentino “es moralmente lícito suspender los tratamientos si son desproporcionados”.

Se trata de la misma posición de sus predecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI, quienes también admitían los problemas morales que han causado los grandes avances de la medicina, por lo que es posible extender la vida mucho más que en el pasado.

El delicado tema fue tratado por Francisco a finales del 2017 en un mensaje dirigido al Encuentro Regional Europeo de la “World Medical Association” dedicado a las cuestiones del “fin de la vida”, que se desarrolló en el Vaticano.