China afirmó este viernes estar dispuesta ir hasta las últimas consecuencias y al “precio que sea” en su guerra comercial con Estados Unidos, tras las amenazas de Donald Trump de nuevos aranceles contra productos chinos por 100.000 millones de dólares.

Las amenazas recíprocas han sido casi diarias esta semana entre Pekín y Washington, y este viernes el ministerio chino de Comercio reaccionó de inmediato a las últimas declaraciones de Trump, pese a ser día feriado en China.

“Si Estados Unidos ignora la oposición de China y de la comunidad internacional y persiste en sus medidas unilaterales y proteccionistas, China está dispuesta a ir hasta las últimas consecuencias, al precio que sea”, señaló el ministerio chino en un comunicado.

“No queremos una guerra comercial, pero no nos da miedo librar una”, advirtió Pekín.

Sin embargo, el efecto de estas tensiones parecía desvanecerse en los mercados financieros mundiales. Aunque Wall Street retrocedía en la apertura este viernes, con una pérdida de 0,85% al momento de abrir, el retroceso era menor al registrado tras las primeras escaramuzas entre los dos gigantes económicos.

Horas antes, Trump amenazó con imponer aranceles adicionales a las importaciones chinas por valor de 100.000 millones de dolares, después de haber anunciado el martes gravámenes aduaneros a una lista de productos chinos por 50.000 millones de dólares.

“He pedido al departamento de Comercio que examine si 100.000 millones de dólares suplementarios serían acordes con la aplicación de la artículo 301 (sobre la propiedad intelectual) y, en ese caso, identificar los productos sobre los que podría imponerse”, dijo el presidente estadounidense en un comunicado.

A nivel de amenazas

Aunque Trump ha optado claramente por elevar la presión al responder de inmediato a las medidas de Pekín, de momento solo se trata de amenazas. “Todavía no se ha aplicado nada”, señaló el viernes su consejero económico Larry Kudlow, quien añadió: “Ya veremos. Esperamos que todo acabe bien”.

Como respuesta a la publicación por Washington de la lista de productos importados chinos a ser gravados, Pekín respondió con su propia nómina de productos estadounidenses -incluyendo soja, automóviles y aeronáutica- por un monto equivalente a 50.000 millones de dólares.

En tanto, China demandó formalmente el jueves a Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por las “medidas arancelarias sobre productos chinos” que considera aplicar Washington.

Este viernes, en uno de sus habituales tuits matinales, Trump afirmó que la “OMC es injusta con Estados Unidos”.

“China, que es una gran potencia económica, es considerada como un país en desarrollo en el seno de la Organización Mundial de Comercio. Por tanto recibe enormes beneficios y ventajas, especialmente respecto a Estados Unidos. Alguien acaso piensa que esto es justo. Estamos mal representados. La OMC es injusta con Estados Unidos”, tuiteó el mandatario.

El representante estadounidense del Comercio (USTR), Robert Lighthizer, matizó en un comunicado que las medidas de represalia comercial solamente entrarían en vigor tras un proceso de consulta pública.

Según Lighthizer, Trump “propone una respuesta apropiada a la amenaza reciente de China de imponer nuevas tarifas aduaneras. Tras una investigación detallada, la oficina del USTR encontró pruebas irrefutables de que las acciones de China amenazaban a la economía estadounidense”.

Además, la oficina del USTR denunció una vez más prácticas chinas que, según los estadounidenses, constituyen robos de propiedad intelectual a las empresas estadounidenses que desean hacer o hacen negocios en China.

En defensa del comercio mundial

China es particularmente señalada en este asunto. El déficit comercial estadounidense ante Pekín (375.200 millones de dólares en 2017) impulsó a Trump a pedir a los responsables chinos que “redujeran de inmediato” este déficit en 100.000 millones de dolares.

Donald Trump quiere librar una lucha sin cuartel contra el déficit comercial del país, que atribuye a la debilidad de sus predecesores que -según él-permitieron que todo el mundo se aprovechara de Estados Unidos.

Los expertos señalan que China, en sus anuncios de represalia, incluyó productos estratégicos en la lista de productos a ser gravados para afectar de la forma más dura posible a las regiones que han votado a favor de Trump, una forma de ejercer un máximo de presión sobre el mandatario.

En este contexto, China pidió este viernes a la Unión Europea “actuar juntos” contra el proteccionismo de Washington. “China y la Unión Europea tienen por responsabilidad hacer respetar el orden comercial multilateral basado en reglas (…) tenemos que actuar juntos”, afirmó el embajador chino ante la UE, Zhang Ming.

“Estados Unidos le da la espalda a las reglas reconocidas internacionalmente”, agregó, y advirtió contra “el retorno a la ley de la jungla” en el comercio internacional.

El ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, que visitó Moscú el jueves, pidió una movilización internacional contra Washington por sus “acciones unilaterales y violación de normas”, en tanto exhortó a la comunidad internacional a “defender el crecimiento de la economía mundial”.