Los estados miembro de Naciones Unidas votan este jueves sobre un proyecto de resolución que rechaza el reconocimiento por parte de Estados Unidos de Jerusalén como capital de Israel, bajo fuerte presión de la administración de Donald Trump que amenazó con cortar los fondos a los países que apoyen la medida.

La Asamblea general inició una sesión de emergencia para decidir sobre el proyecto que Estados Unidos vetó en el Consejo de Seguridad el lunes, luego de que 14 miembros votaran en favor de la iniciativa.

Trump amenazó el miércoles con cortar el financiamiento estadounidense a aquellos países que apoyen la resolución presentada por Yemen y Turquía en nombre de los países árabes y musulmanes.

“Toman cientos de millones de dólares e incluso miles de millones de dólares y luego votan contra nosotros”,
dijo Trump en la Casa Blanca.

“Bueno, estaremos mirando esos votos. Déjenlos votar en contra nuestra. Ahorraremos un montón. No nos importa”, afirmó.

En respuesta, Turquía, importante aliado de Washington, exhortó este jueves a la comunidad internacional a “no venderse” por “un puñado de dólares”.

“Sobre todo no vendan su voluntad (…) por un puñado de dólares”, declaró el presidente turco Recep Tayyip Erdogan durante un discurso en Ankara.

El proyecto de resolución refleja la iniciativa vetada por Estados Unidos en el Consejo, reafirmando que toda decisión sobre el estatus de Jerusalén no tiene efecto legal y debe ser rescindida.

Israel rechazó anticipadamente la votación, calificando a la ONU de “casa de las mentiras” en palabras del primer ministro Benjamin Netanyahu.

“Jerusalén es la capital de Israel, lo reconozca o no la ONU” y “el Estado de Israel rechaza rotundamente la votación”, dijo Netanyahu.

Al igual que el texto que presentó Egipto ante el Consejo de Seguridad, el proyecto de resolución que votará la Asamblea de 193 países no menciona la decisión de Trump, pero expresa “una profunda preocupación sobre las recientes decisiones acerca del estatuto de Jerusalén”.

Los diplomáticos esperan un fuerte apoyo a la resolución, que no es vinculante, pese a la presión de Washington para abstenerse, votar en contra o ausentarse durante la votación.

La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, advirtió el martes que “el presidente estará mirando esta votación atentamente y me pidió que informara de los países que votaron contra nosotros”.

El canciller palestino Riyad al Malki denunció estas declaraciones como “amenazas” de Washington a miembros de la Asamblea.

“Tomaremos nota de cada voto sobre el tema”, escribió Haley en un mensaje visto por la AFP.

“Nikki, ese fue el mensaje correcto”, afirmó el mandatario.

Un diplomático de un país miembro del Consejo dijo que probablemente Canadá, Hungría y República Checa sean sensibles a la presión estadounidense, pero señaló que la aprobación de la moción está asegurada.

Ningún país tiene poder de veto en la Asamblea general, contrariamente a lo que sucede en el Consejo, donde China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña o Rusia pueden bloquear cualquier resolución.