El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó por unanimidad esta sábado severas nuevas sanciones contra Corea del Norte, que incluyen una prohibición de importar bienes de ese país, que privan a Pyongyang de 1.000 millones de dólares en ingresos anuales.

Las medidas, impulsadas por Estados Unidos, son las primeras de ese alcance impuestas contra Corea del Norte desde que asumió el presidente Donald Trump y ponen de relieve la voluntad de China de castigar a su aliado.

Estados Unidos negoció la nueva propuesta con China, principal socio comercial y aliado de Corea del Norte, después que Pyongyang lanzara el 4 de julio un misil balístico intercontinental.

La presión por adoptar medidas punitivas aumentó cuando el régimen de Kim Jong-Un afirmó que “todo el territorio continental de Estados Unidos” está a su alcance tras realizar un nuevo ensayo misilístico el 28 de julio.

Con las nuevas sanciones, Corea del Norte perderá un tercio del ingreso de sus divisas externas, que ascienden a 3.000 millones de dólares anuales, de acuerdo con un diplomático cercano a las negociaciones.

La resolución 2371 quiere impedir que Corea del Norte obtenga divisas, sobre todo de los sectores del carbón, el hierro y la pesca y pretende obligar a Pyongyang a sentarse a la mesa de negociaciones tras su ensayo de misil intercontinental el 4 de julio, considerado por las grandes potencias como una amenaza para la seguridad mundial.

La resolución “permite enviar un mensaje fuerte al régimen norcoreano”, dijo la embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, Nikki Haley. Pyongyang deberá tomar conciencia de “las privaciones que ha elegido infligir” a su propio pueblo, señaló.