El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, ratificó la transferencia a Arabia Saudita de dos islotes ubicados en el mar Rojo, último capítulo de un asunto que ha provocado vivas protestas desde hace meses, anunció este sábado el gobierno.

Esta decisión tiene lugar días después de que el Parlamento aprobase el acuerdo de retrocesión, que ha sido objeto de una larga historia judicial, plagada de sentencias contradictorias.

El gobierno había anunciado en abril de 2016 un acuerdo sobre la retrocesión a Riad de estos dos islotes deshabitados, lo que provocó una gran controversia en el país y manifestaciones que fueron reprimidas por la policía.

Nuevos llamados a manifestarse durante esta semana se saldaron con decenas de detenciones.

Ambos campos también se han enfrentado en los tribunales y varias sentencias contradictorias han sido dictadas.

El miércoles, el Alto Tribunal constitucional suspendió todas las sentencias pronunciadas respecto a esta retrocesión, con el fin de elegir la jurisdicción más apropiada para tomar el caso.

El Parlamento aprobó el 14 de junio la retrocesión después de tres días de debates acalorados, durante los cuales diputados de la oposición interrumpieron las sesiones coreando eslóganes contra esta devolución.

Ubicados estratégicamente a la entrada del golfo de Aqaba, las islas de Tirán y Sanafir permiten controlar el acceso al puerto israelí de Eilat gracias al estrecho de Tirán.

Las autoridades justifican la retrocesión explicando que los islotes, ubicados en el extremo sur de la península del Sinaí, en la entrada del golfo de Aqaba, pertenecían a Arabia pero que Riad pidió en 1950 a El Cairo que asegurase su protección.