La situación que vive la ciudad siria de Alepo, bombardeada desde hace una semana por el gobierno de Bashar al-Asad y su aliado ruso, es la peor “catástrofe humanitaria jamás vista en Siria”, dijo el jueves el jefe de operaciones humanitarias de la ONU, Stephen O’Brien.

La ciudad ha caído en “el despiadado abismo de la catástrofe humanitaria como jamás se ha visto en Siria”, dijo O’Brien ante el Consejo de Seguridad de la ONU, y agregó que el sistema de salud en la parte sitiada de Alepo “está a punto de colapsar por completo”.

Más de 100.000 niños atrapados en las zonas bombardeadas sin descanso, incluido un centenar que murió en los ataques, “están entre los más vulnerables, los primeros en sufrir y los que sufren más”, añadió el funcionario.

Debido al cerco impuesto a la parte rebelde de Alepo, en el este de la ciudad, “la comida sigue siendo difícil de conseguir”, con raciones disponibles para alimentar a 40.000 personas durante un mes, indicó O’Brien.

Citó “casos de muertos por desnutrición, enfermedades o envenenamiento” de civiles que consumen alimentos descompuestos.

El agua también comienza a escasear y esperamos un “aumento dramático e inminente” de las enfermedades, detalló.

“Un día, no habrá un lugar donde esconderse para los individuos y las instituciones que, de forma cínica y sin piedad, cometen estos crímenes de guerra”, afirmó el funcionario de la ONU.

La ONU está lista para socorrer a los civiles de los barrios rebeldes de Alepo que son banco de los bombardeos y donde no ha llegado prácticamente ninguna ayuda desde julio, pero para ello se debe restablecer el cese al fuego o al menos instaurar de emergencia “corredores humanitarios de 48 horas a la semana”, indicó.

“Siria sangra. Sus habitantes mueren. Todos escuchamos su llanto en pedido de ayuda”, agregó.

Antes del inicio de la reunión del Consejo de Seguridad, la embajadora de Estados Unidos, Samantha Power, describió la ofensiva en Alepo como “la semana más brutal que se han visto en una guerra increíblemente violenta de más de cinco años”, con más de 1.000 muertos durante los 1.700 bombardeos aéreos en el este rebelde de Alepo.

La diplomática acusó a Rusia y al presidente sirio de “desatar una barbarie” contra civiles. “Estamos en un punto de inflexión”, afirmó.

O’Brien apeló por una acción del Consejo luego de que los esfuerzos diplomáticos fracasaran al marco de la Asamblea General de la ONU la semana pasada, desatando la ofensiva militar en Alepo.

El embajador de Francia, François Delattre, dijo a periodistas que su país “comenzó a discutir su proyecto de resolución” para “imponer un cese al fuego en Alepo”, pero estimó que “es pronto” para decir si Rusia, con poder de veto en el Consejo, estará dispuesto a aceptarlo.