Israel comunicó a la Corte Penal Internacional (CPI) que no colaborará en las pesquisas sobre presuntos crímenes de guerra en los territorios ocupados que le implican, ya que considera que ese tribunal no tiene jurisdicción para ello.

Según un comunicado difundido por la oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, el gobierno acordó “no cooperar con la [CPI]” e informará al tribunal, con sede en La Haya, de que “no tenía autoridad para abrir una investigación” contra Israel.

La decisión se tomó en una reunión en la que participaron, entre otros, el primer ministro israelí en funciones , Benjamín Netanyahu; el titular de Defensa en funciones, Beny Gantz; el fiscal general, Avijai Mandelblit y el asesor de Seguridad Nacional, Meir Ben Shabat, informó el digital Times of Israel.

La posición israelí está en la línea de lo expresado anteriormente por sus autoridades: alegan que la CPI carece de jurisdicción para investigar en territorio palestino, y que su investigación no tiene una base legal sólida, ya que Israel cuenta con un sistema jurídico sólido para examinar presuntas violaciones de la ley internacional.

Crímenes de guerra

La fiscal general del CPI, Fatou Bensoueda, anunció el 3 de marzo la apertura de la investigación oficial sobre la situación en los territorios palestinos, lo que enfureció a Israel, que no es miembro de la Corte con sede en La Haya.

La Corte pidió el 9 de marzo oficialmente al gobierno de Israel y a la Autoridad Palestina si estaban llevando a cabo su propia investigación sobre esos supuestos crímenes, con lo que podrían haber ganado tiempo.

Pero con su decisión este jueves, el gobierno de Netanyahu rechaza totalmente colaborar con la Corte.

Los palestinos, por su parte, como miembros de pleno derecho de la CPI desde 2015, han elogiado el anuncio de investigación y ya han dicho que desean que se abra lo antes posible.

La fiscal desea investigar la situación en la Franja de Gaza, en Cisjordania y en Jerusalén Este desde 2014.

La oficina de Bensouda quiere centrarse en la guerra de Gaza de 2014, así como la muerte de los manifestantes palestinos a partir de 2018.