Francisco aterrizó en Irak para dar inicio a una visita histórica: es la primera vez que un papa visita el país.

Su avión despegó a las 07:45 (hora local) de Fiumicino, el principal aeropuerto de Roma y llegó a Bagdag a las 14:00, hora local.

Se trata de su primer viaje al extranjero desde el inicio de la pandemia del covid-19.

“Estoy contento de retomar los viajes” después de 15 meses sin realizar desplazamientos, dijo Francisco en el avión, al pie del cual le esperaba en Bagdad el primer ministro iraquí, Mustafá Al Kadhemi. “Y este viaje emblemático es también un deber hacia esta tierra mártir desde hace tantos años”, agregó el papa argentino antes de aterrizar.

En una discreta ceremonia de bienvenida, como es tradicional se presentaron las delegaciones de ambos Estados y sonaron los himnos.

Sabah Arar | AFP

En la delegación vaticana que acompaña al papa están el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, también el prefecto de la congregación para las Iglesias Orientales, el cardenal argentino Leonardo Sandri y el cardenal español Miguel Ángel Ayuso, a la cabeza del Pontifico Consejo para el Dialogo religioso, entre otros.

Durante los tres días de su visita, el papa argentino de 84 años podrá expresar su apoyo a una comunidad cristiana azotada por la guerra y los ataques, y también se reunirá con el más alto dignatario chiita del país.

La autoridad religiosa se encontrará con poca gente en las carreteras, arregladas para esta ocasión, debido a un confinamiento total decretado en el país, donde el número de casos ha batido esta semana un récord desde el inicio de la pandemia de covid-19, con más de 5.000 contagiados diarios.

El jefe de los 1.300 millones de católicos del mundo, que ha dicho sentirse “enjaulado” en los últimos meses en un Vaticano a cámara lenta por el covid-19, iniciará en vehículo blindado un viaje sin gente, “virtual” para los iraquíes que lo seguirán por televisión, y principalmente por aire. El helicóptero o el avión papal sobrevolará a veces zonas donde se esconden todavía yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).

En las etapas del viaje, se congregarán solo unos centenares de personas, con excepción de la misa del domingo en el estadio de Erbil, en el Kurdistán, en la que participarán varios miles de fieles que han reservado su cupo con antelación.

El programa papal es ambicioso e incluye Bagdad, Nayaf, Ur, Erbil, Mosul y Qaraqosh. Recorrerá 1.445 km en un país que el miércoles fue golpeado por disparos de cohetes, último episodio de las tensiones irano-estadounidenses que siguen latentes en Irak.