Los talibanes afirmaron que llevaron a cabo un ataque mortífero el jueves contra una base del ejército afgano, después de que el gobierno ordenara a sus fuerzas reanudar la ofensiva contra los insurgentes.

El ataque, llevado a cabo a las 8H30 locales en la provincia de Paktia por “un terrorista suicida en un pequeño camión cargado de explosivos”, mató a cinco civiles e hirió a otros quince, así como a cinco militares, según un comunicado del ministerio de Defensa.

El director provincial de Servicios de Salud, Welayat Khan Ahmadzai, confirmó 5 muertos y 18 heridos, que fueron llevados al hospital.

Pero los talibanes niegan haber matado a civiles y enumeran “decenas de soldados muertos y heridos”.

“Tras el anuncio de la ofensiva (…) se perpetró un ataque contra una importante base militar de la administración de Kabul”, dijo el portavoz de los talibanes Zabihullah Mujahid en un mensaje por WhatsApp a los medios.

El incidente se produjo dos días después de un ataque contra una maternidad en Kabul, en el que murieron por lo menos 24 personas, incluidos recién nacidos, madres y enfermeras.

Este último ocurrió horas antes de la muerte de 32 personas en otro atentado suicida en un funeral, en el este del país.

Después de declarar que los talibanes y el grupo Estado Islámico eran responsables de ambos incidentes, el presidente afgano ordenó a las fuerzas afganas “reanudar sus operaciones contra el enemigo”.

Los talibanes rechazan toda responsabilidad por los ataques del martes, diciendo que están “completamente preparados” para responder.