El presidente iraní, Hasan Rohani, pidió el miércoles a Estados Unidos que deje de “conspirar” contra la República Islámica, en un contexto de escalada verbal después de un incidente marítimo entre buques estadounidenses y lanchas rápidas iraníes en el Golfo.

El 15 de abril, Estados Unidos informó que 11 buques iraníes habían hostigado a sus buques en lo que describieron como aguas internacionales del “Golfo arábigo”, acusando a Irán de “maniobras peligrosas” en el mar.

El presidente estadounidense Donald Trump dijo que ordenó “a la Marina de Estados Unidos derribar y destruir cualquier embarcación iraní que acose a nuestros barcos en el mar”.

“Los estadounidenses deben saber que este golfo se llama el Golfo pérsico, no el Golfo de Nueva York ni el Golfo de Washington”, respondió el miércoles el presidente iraní en un discurso televisivo.

“No deberían conspirar constantemente contra la nación iraní”, dijo Rohani en un consejo de ministros. “Los soldados de nuestras fuerzas armadas de los Guardianes de la Revolución, el ejército, el Bassidj (fuerza paramilitar) y la policía siempre han sido y serán los guardianes del Golfo pérsico”, añadió.

Las relaciones entre Teherán y Washington, enemigos desde hace más de 40 años, se han deteriorado desde que Estados Unidos denunció unilateralmente,
en 2018, el acuerdo internacional sobre la energía nuclear iraní (concluido en 2015), antes de volver a imponer fuertes sanciones económicas contra Teherán.

Las tensiones alcanzaron un nuevo punto máximo tras la muerte del poderoso general iraní Qasem Soleimani, muerto en una incursión estadounidense en Bagdad el 3 de enero.

Pocos días después, la República Islámica de Irán respondió con misiles dirigidos contra las bases militares de Estados Unidos en Irak.

Irán se considera el gendarme del Golfo y considera la presencia estadounidense en la región como la fuente de todos los males de Medio Oriente.