Estados Unidos anunció el viernes nuevas sanciones contra Irán, que apuntan a ocho altos funcionarios del régimen que han avanzado en los “objetivos de desestabilización” de la República Islámica, así como a los mayores fabricantes de acero, aluminio, cobre y hierro del país.

“Como resultados de estas acciones, cortaremos miles de millones de dólares de apoyo al régimen iraní”, dijo el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, en una conferencia de prensa.

La administración de Donald Trump incluyó en la lista de sancionados a 17 productores y empresas mineras iraníes de metales, que según dijo, habrían generado miles de millones de dólares en ingresos.

También incluyó a una red de tres entidades con sede en China y las Seychelles, así como a un barco implicado en la compra, venta y transporte de productos metálicos iraníes.

Entre los altos funcionarios iraníes que fueron blanco de las nuevas sanciones están Ali Shamjani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Mohammad Reza Ashtiani, jefe de gabinete adjunto de las Fuerzas Armadas y Gholamreza Soleimani, el jefe de la milicia Basij, una fuerza voluntaria leal al régimen.

Mnuchin dijo que los funcionarios y las compañías eran el objetivo de las sanciones en respuesta a los ataques balísticos iraníes contra las bases militares iraquíes donde están estacionadas las fuerzas estadounidenses.

Ese ataque se lanzó después de que la agresión con drones de Estados Unidos en Bagdad mató al general iraní Qasem Soleimani.

Mnuchin dijo que las medidas que afectan a la economía de Irán “continuarán hasta que el régimen detenga la financiación del terrorismo global y se comprometa a nunca tener armas nucleares”.