Turquía indicó este martes que ha entablado conversaciones con Rusia en pos de un nuevo alto el fuego, tras la reanudación de los bombardeos en la provincia noroccidental siria de Idlib.

“Estamos siguiendo de cerca el proceso para poner fin a los ataques, los que deberían terminar inmediatamente e implementarse un nuevo alto el fuego”, dijo el portavoz presidencial, Ibrahim Kalin, en una rueda de prensa en Ankara.

El ejército turco está desplegado en doce puestos de observación en la región de Idlib en virtud de un acuerdo concluido en septiembre de 2018 entre Moscú, aliado del régimen sirio, y Ankara, padrino de los rebeldes, para evitar una ofensiva del poder de Damasco en la región.

El acuerdo preveía la creación de una “zona desmilitarizada” de 15 a 20 kilómetros para separar las zonas gubernamentales de los territorios rebeldes y yihadistas en la provincia de Idlib, y también en las regiones vecinas de Alepo, Hama y Lataquia.

Esta entente ofreció un respiro al último gran bastión rebelde y yihadista de Siria,
dominado por el grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS, exfilial siria de Al Qaida), y donde viven tres millones de personas.

Pero ello no impidió una ofensiva de gran envergadura del ejército sirio, apoyado por la aviación rusa, entre abril y finales de agosto en la región.

A pesar de un alto el fuego anunciado a fines de agosto por Moscú, los ataques del régimen sirio apoyado por las fuerzas rusas se intensificaron en estas últimas semanas, y más de 280 civiles han muerto desde entonces.

“Esperamos que (Rusia) despliegue esfuerzos ante el régimen (sirio) en las próximas 24 horas para que cesen los ataques en Idlib”, añadió Kalin.

Una delegación turca dirigida por el viceministro de Relaciones Exteriores se reunió el lunes en Moscú con responsables rusos para tratar sobre la situación en Siria y en Libia.