Nusrat Jahan Rafi tenía 18 años cuando fue brutalmente asesinada en la azotea de su madrasa, la escuela islámica de su poblado en el distrito suroccidental de Feni. La joven había denunciado en marzo que Siraj Ud Doula, director de la institución, había intentado violarla. Cuando puso la queja en compañía de su padre, el oficial de policía que recibió el testimonio contestó que “no era gran cosa”, según se filtró en un video días después a la denuncia.

Antes de ser atacada, Jahan recibió múltiples presiones para que retirara la denuncia. Las autoridades detuvieron en abril al director de la escuela y ahora la Justicia de Bangladesh determinó este 24 de octubre que desde allí se ordenó el ataque que causó la muerte de la estudiante.

La joven fue llevada por sus compañeros a la azotea de la institución educativa, la bañaron con queroseno y le prendieron fuego.
La mujer murió 5 días después por el grave daño causado por las quemaduras.

Apelarán ante la Corte Suprema

“El juicio prueba que nadie está por encima de la ley”, afirmó el fiscal Hafez Ahmed luego del veredicto que condena a muerte a 16 personas, incluido el director de la escuela. Ahmed contó que los abogados defensores intentaron establecer que Jahan se había suicidado. El abogado de la defensa Giasuddin Nannu afirmó que sus clientes apelarían la sentencia ante la Corte Suprema.

Entre los condenados, además del director Siraj Ud Doula, se encuentran activistas del partido de gobierno Awami League. También sentenciaron a muerte a algunos estudiantes, entre quienes se encuentran dos mujeres que, o bien participaron en el asesinato, o bien cuidaron las puertas del seminario mientras ocurría el crimen.

Mahmudul Hasan Noman, hermano de la joven, pidió este jueves que las sentencias se ejecuten rápidamente y pidió protección para su familia en contra de las represalias. “Vivimos con miedo”, afirmó Noman, “fuimos amenazados todos los días en la corte”, agregó.

Miedo a represalias

Según el grupo bangladesí Mahila Parishad, que defiende los derechos de las mujeres, 217 mujeres y menores fueron violadas en septiembre, la cifra más alta registrada en un solo mes desde 2010. La organización afirma que en los primeros seis meses del año documentaron 731 incidentes de violencia sexual, entre estos, 592 fueron violaciones y en 26 casos las mujeres fueron asesinadas tras ser abusadas sexualmente.

Las activistas afirman que muchas de las mujeres y niños que denuncian la violencia sexual sufren represalias y que en pocos casos se adelantan investigaciones penales. Según los defensores de los derechos de las mujeres, la ausencia de Justicia ha detonado el aumento de los casos de abuso y los feminicidios porque se ha enviado un mensaje de permisividad e impunidad.

Por eso para Maleka Banu, líder de un grupo de derechos de las mujeres, “es un castigo ejemplar”. “Esperamos que envíe un mensaje serio a los perpetradores y colaboradores de la violencia sexual”,
añadió la activista.

El investigador Rezaur Rahman Lenin afirmó que más de 200 personas son sentenciadas a muerte cada año en Bangladesh y hasta mayo había 1500 personas en lista de ejecución. Sin embargo, se realizan menos de 10 ejecuciones al año.