El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que este martes se reunió en Rusia con su homólogo Vladimir Putin, descartó prolongar la tregua en el norte de Siria y amenazó con una ofensiva más intensa contra los kurdos si no se retiran en las próximas horas.

Antes de salir hacia la estación balnearia rusa de Sochi, Erdogan indicó que trataría con Putin la delicada cuestión de la retirada de los combatientes kurdos de las zonas controladas por el régimen sirio, apoyado por Moscú.

Los dos dirigentes darán una rueda de prensa al finalizar el encuentro, que interviene en un momento en el que se está redefiniendo el equilibrio de las fuerzas en el noreste de Siria tras la ofensiva lanzada por Ankara el 9 de octubre.

Turquía, que reclama una “zona de seguridad” en su frontera, lanzó esta operación militar contra la milicia kurda de las Unidades de Protección Popular (YPG), a la que califica de “terrorista”, pero que es apoyada por los países occidentales en la lucha contra el grupo yihadistas Estado Islámico (EI).

Esta ofensiva está suspendida desde el jueves, en virtud de una frágil tregua negociada por Ankara y Washington. Pero esta pausa expira este martes a las 16:00 (de Chile). Después, si las milicias kurdas no han terminado de retirarse por completo, Turquía intensificará el asalto.

“Si las promesas que nos hicieron los estadounidenses no se respetan, la operación se reanudará con más fuerza aún”, advirtió Erdogan el martes a los periodistas antes de tomar su vuelo a Sochi.

Si bien Moscú dijo que comprendía algunas reivindicaciones turcas, el Kremlin, actor imprescindible en Siria, frenó el avance turco al promover un diálogo entre Damasco y Ankara.

Asad en Idlib

Las fuerzas del régimen sirio, acompañadas de patrullas militares rusas, recuperaron ciertas zonas bajo control kurdo, tras acudir en su ayuda, obstaculizando así los planes de Ankara.

“Para nosotros, lo principal es conseguir una estabilidad duradera de Siria y de la región y consideramos que esto solo será posible restableciendo la integridad de Siria”, explicó el lunes un asesor del Kremlin, Yuri Ushakov, al ser preguntado por las conversaciones entre Putin y Erdogan.

Hasta ahora, el presidente turco reclamaba una “zona de seguridad” de 444 kilómetros a lo largo de su frontera con Siria, pero tras el regreso de las tropas sirias al noreste, Ankara tuvo que reducir su aspiración para evitar cualquier enfrentamiento directo.

En un primer momento, esta zona debía ser de 120 km de largo, desde la ciudad de Tal Abyad, tomada por Ankara al inicio de la ofensiva, a la de Ras al Aín, de la que salieron el domingo los últimos combatientes.

Para ampliarla, Erdogan deberá encontrar un entendimiento con Rusia.

“Vamos a tener la oportunidad de discutir [de la retirada] de las YPG de las zonas donde se encuentra el régimen”, declaró el martes. “Esperamos liberar esta región de la epidemia del terrorismo separatista mediante nuestra cooperación con Rusia”, insistió.

El presidente turco indicó además que hablará con Putin sobre la situación en Idlib, una provincia controlada por los rebeldes y los yihadistas en el noroeste de Siria, y que el régimen aspira a recuperar.

Unas horas antes del encuentro bilateral, el presidente sirio Bashar al Asad efectuó una visita sorpresa cerca de la línea de frente en esta provincia, donde declaró que “la batalla de Idlib es la base para poner fin al caos”.