El grupo Estado Islámico (EI) reivindicó este sábado el atentado bomba en un autobús en la entrada de la localidad iraquí de Kerbala, ciudad santa para los chiitas, que provocó 12 muertos el viernes por la noche.

Los ataques resultaron poco habituales en los últimos años en Kerbala, pero células clandestinas del EI, oficialmente derrotado en Irak a finales de 2017, siguen cometiendo atentados en el conjunto del territorio iraquí, especialmente contra la comunidad chiita.

Según la dirección de los servicios sanitarios de Kerbala, doce civiles murieron y otros cinco resultaron heridos tras la explosión de una bomba en un autobús en un puesto de control en la entrada de Kerbala, situada a 100 kilómetros al sur de Bagdad.

Mujeres y niños se encontraron entre las víctimas, indicó esta misma fuente.

Esta ciudad santa acogió el 10 de septiembre a centenares de miles de chiitas procedentes del mundo entero, sobre todo de Irán, para la peregrinación de Ashura, que conmemora el martirio del imán Hussein, figura fundadora de la corriente chiita del islam.

Millones de peregrinos chiitas se desplazarán a finales de octubre a Kerbala para celebrar el Arbaín, uno de los actos religiosos más importantes en el mundo que reúne cada año a unos 15 millones de peregrinos.