Reino Unido anunció este lunes que participará en una “misión de seguridad marítima” junto a Estados Unidos para proteger los barcos mercantes en el Estrecho de Ormuz, que dio lugar a tensiones con Irán últimamente, justo cuando Teherán criticaba el aislamiento de Washington.

“Reino Unido está decidido a proteger a sus navíos contra las amenazas ilegales y es por ello que hoy nos unimos a la nueva misión de seguridad marítima en el Golfo”, declaró el ministro de Defensa, Ben Wallace, en un comunicado.

El anuncio marca un cambio en la postura del Gobierno británico, que desde finales de julio está dirigido por el conservador Boris Johnson. Anteriormente, Londres había expresado sus deseos de poner en marcha una misión de protección con los países europeos, en respuesta a la captura, por parte de Irán, de un petrolero con bandera británica en el Estrecho de Ormuz.

Ante las tensiones en el Golfo, Washington puso sobre la mesa en junio la idea de hacer una coalición, pero recabaron pocos apoyos, dado que sus aliados temen adentrarse en un conflicto con Irán, en una región por la que transita un tercio del petróleo suministrado por vía marítima del mundo.

Sin embargo, el anuncio no modifica en absoluto la política británica respecto a Irán, aseguró el ministro de Exteriores. “Seguiremos comprometidos en trabajar con Irán y nuestros socios internacionales para desatascar la situación y mantener el acuerdo” sobre el programa nuclear iraní, insistió.

Estados Unidos e Irán están inmersos en una pugna desde que, en 2018, Washington decidió retirarse unilateralmente del acuerdo sobre el programa nuclear iraní, al que siguió la reimposicion de sanciones estadounidenses contra Irán.

La crispación se acentuó en mayo y junio de este año con los ataques contra petroleros en el Golfo atribuidos a Teherán, aunque las autoridades iraníes lo niegan, y con la destrucción de un dron estadounidense en junio.

El domingo, Irán anunció haber interceptado un petrolero extranjero en el Golfo, el tercero en menos de un mes.

“Vergüenza”

El anunció llegó poco después de que el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif, considerara que Estados Unidos actuaba en solitario contra Irán y que sus aliados estaban “avergonzados” de participar con Washington en una coalición para escoltar a los petroleros en el Golfo.

El planteamiento de Estados Unidos era que cada país ofreciera escolta militar a los petroleros con el apoyo estadounidense, que se encargaría del control aéreo y del comando militar.

Los gobiernos europeos se resisten a apoyar la política de “presión máxima” sobre Irán impulsada por Trump, ya que quieren salvar el acuerdo nuclear alcanzado en 2015 y que Washington rompió de forma unilateral en 2018.

“Un pirómano no puede ser un bombero”, dijo Zarif, quien recordó que tras la llegada de tropas estadounidenses en la región solo ha habido “violencia, guerra y masacre”.

Después de que las autoridades iraníes interceptaran un petrolero británico, Londres decidió aportar escolta militar a las embarcaciones civiles que naveguen por el Golfo.

A pesar de las sanciones y la hostilidad entre Washington y Teherán, que no mantiene relaciones diplomáticas desde 1980, la administración estadounidense hizo una invitación al diálogo a Irán.

Pero Zarif confirmó este lunes que había denegado reunirse con Trump en la Casa Blanca, una negativa que, según él, comportará que lo sancionen.

Antes de Zarif, las autoridades estadounidenses también aplicaron sanciones contra el guía supremo Ali Jamenei.

“Solo quieren imponer su voluntad a Irán. No pueden esperar que nos sentemos a negociar mientras apuestan por el terrorismo económico”, afirmó refiriéndose a las sanciones estadounidenses que asfixian la economía iraní.

No obstante, Zarif no cerró la puerta a entablar negociaciones con Washington. “Las negociaciones y la diplomacia nunca se detendrán (…) Incluso en tiempos de guerra habrá negociaciones”, declaró.