Israel anunció este lunes que estaba llevando a cabo bombardeos contra objetivos iraníes en Siria tras haber interceptado, el domingo, un cohete lanzado desde territorio sirio.

El ejército israelí indicó en un comunicado, de madrugada, que estaba “bombardeando en este momento” a la fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución Iraní en Siria, sin aportar precisiones sobre el número de disparos.

Además, advirtió a las fuerzas sirias contra “cualquier tentativa de bombardear el territorio o a las fuerzas de Israel”, en alusión al cohete que afirmó haber interceptado el domingo, disparado, según el Estado hebreo, desde el norte de la meseta del Golán, en territorio sirio. Los medios israelíes mencionaron un misil tierra-tierra.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), informó de bombardeos de misiles israelíes en el sector del aeropuerto de Damasco y en los alrededores de la capital. Los bombardeos alcanzaron almacenes de armas, al parecer iraníes y pertenecientes a Hezbolá, la milicia chiita libanesa apoyada por Teherán, según esta oenegé.

El lunes por la mañana, en Damasco, la agencia de prensa oficial siria Sana afirmó que la defensa antiaérea siria había respondido el lunes de madrugada a nuevos disparos “enemigos” contra Siria, tras unos bombardeos efectuados el domingo durante el día por Israel.

“Nuestra defensa antiaérea respondió a objetivos enemigos y apuntó contra varios”, indicó Sana, sin aportar más detalles.

La agencia oficial del régimen de Bashar Al Asad informó asimismo del sobrevuelo, por parte de la fuerza aérea israelí, “por encima del territorio libanés y de tiros desde Galilea y el lago de Tiberíades”, indicando que la defensa antiaérea logró interceptar “decenas de objetivos enemigos”.

Israel prometió impedir que Irán, su principal enemigo, se refuerce militarmente en Siria.

“Socavar la consolidación de Irán”

En los últimos meses, el ejército israelí efectuó cientos de bombardeos aéreos en Siria contra objetivos militares iraníes o contra armas que debían ser suministradas a Hezbolá, la milicia chiita libanesa apoyada por Irán.

Israel no suele confirmar públicamente haber llevado a cabo bombardeos en Siria.

“Tenemos una política bien establecida: socavar la consolidación de Irán en Siria y causar daño a cualquiera que quiera perjudicarnos”, declaró el domingo a los periodistas el primer ministro, Israel Netanyahu, durante una visita a Chad.

Una semana antes, Netanyahu admitió que la fuerza aérea israelí había efectuado dos días antes un bombardeo contra “almacenes de armas” iraníes en las inmediaciones del aeropuerto internacional de Damasco, una confirmación poco habitual por parte de un responsable israelí.

Según algunos analistas, el equipo del primer ministro habla más abiertamente sobre el escenario en Siria para reforzar la credibilidad de Netanyahu en el ámbito de la seguridad, de cara a las elecciones legislativas del 9 de abril.

Pero al hacerlo, Israel podría meterse en una escalada militar con Siria e Irán, además de irritar a Rusia, que apoya al régimen de Damasco.

El papel de Rusia

La cooperación militar entre el Estado hebreo y Moscú se complicó desde un incidente en septiembre, cuando la defensa antiaérea siria derribó por error un avión ruso durante un bombardeo israelí, matando a quince militares rusos.

Después de ello, Moscú equipó a Damasco con un sistema antiaéreo S-300, más avanzado, que complicó las operaciones israelíes.

Desde entonces, Israel trata de mantener la cooperación con Rusia, pero guardando su libertad para intervenir en Siria.

El conflicto en Siria, que empezó en 2011 a causa de la violenta represión de una serie de manifestaciones prodemocracia por parte del régimen de Bashar Al Asad, con el tiempo fue ganando complejidad y comportó una grave crisis humanitaria, dejando más de 360.000 muertos y millones de desplazados.