El presidente iraní Hassan Rohani aseguró que su país “sorteará con orgullo” las nuevas sanciones estadounidenses establecidas este lunes contra los sectores del petróleo y de las finanzas, vitales para la economía de la República Islámica.

Seis meses después de haberse retirado del acuerdo nuclear firmado en 2015, el presidente estadounidense Donald Trump restableció el lunes sanciones contra esos sectores, que habían sido levantadas durante la presidencia de Barack Obama.

“Anuncio que vamos a sortear con orgullo sus sanciones ilegales e injustas porque van en contra del derecho internacional”, afirmó Rohani en un discurso en televisión este lunes.

“Estamos en situación de guerra económica y nos enfrentamos a un poder de intimidación. No creo que en la historia estadounidense haya habido hasta ahora alguien en la Casa Blanca que contravenga de esta manera el derecho y las convenciones internacionales”, dijo el presidente iraní.

Desde su llegada al poder en enero de 2017, Trump considera el acuerdo nuclear una aberración y aplica una política hostil hacia Irán. En agosto ya impuso una primera ronda de sanciones económicas contra el país.

El guía supremo de Irán, Alí Jamenei, ya había denunciado el sábado las medidas de Washington, al afirmar que Trump ha “desacreditado” el prestigio y la democracia de Estados Unidos.

Un golpe “crítico”

Por su parte, el ministro de Defensa israelí Avigdor Lieberman aseguró este lunes que las nuevas sanciones son un golpe “crítico” a las acciones regionales de Irán, principal enemigo del Estado hebreo.

“La audaz decisión del presidente Trump refleja el cambio fundamental que esperaba Medio Oriente. Con un solo gesto, Estados Unidos inflige un golpe crítico al afianzamiento iraní en Siria, en Líbano, en Gaza, en Irak y en Yemen” afirmó Lieberman en un comunicado.

“Presidente Trump, una vez más ha hecho usted lo que había que hacer. ¡Gracias!” añade el ministro de Defensa.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ya se felicitó el sábado por la decisión estadounidense, calificándola de “histórica”.

El propio Trump había afirmado el domingo que “Irán está en problemas”. “Cuando asumí el cargo se pensaba que Irán dominaría todo Oriente Medio, o lo haría en menos de unos pocos años, muy rápidamente. Ya nadie habla de ello”.

Las medidas estadounidenses afectarán directamente a empresas asiáticas o europeas que continúen importando petróleo de Teherán
, o mantengan relaciones comerciales con bancos iraníes.

Sin embargo Washington ha garantizado exenciones temporales a ocho países para continuar importando bruto de la república islámica, entre ellos Turquía y posiblemente China e India. La lista se anunciará el lunes.

“Hay un puñado de países que ya redujeron sus importaciones de crudo y necesitan un poco más de tiempo para llegar a cero, les daremos ese tiempo”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense Mike Pompeo, en una entrevista el domingo en la cadena Fox.

En cuanto a las sanciones financieras, reiteró que 600 individuos y entidades de Irán serían incluidas en una lista negra, más las que ya habían sido retiradas después de la conclusión del acuerdo de 2015.

Desconectar a Irán

El secretario del Tesoro de Estados Unidos Steven Mnuchin dijo la semana pasada que Estados Unidos quería desconectar a Irán del circuito bancario internacional Swift, la columna vertebral del sistema financiero mundial, como lo estuvo de 2012 a 2016.

“Los bancos iraníes que tengan comportamientos sancionables serán sancionados por el departamento del Tesoro, punto final”, dijo el secretario de Estado.

Por su lado, la Unión Europea adoptó mecanismos para permitir que sus multinacionales permanezcan en Irán, pero todo indica que las sanciones tendrán un efecto de disuasión.

Airbus y Total ya anunciaron su retirada y los fabricantes europeos de automóviles Daimler y PSA han abandonado Irán.

Las exportaciones de petróleo, que representan el 40% de los ingresos estatales de Irán según el Banco Mundial, disminuyeron en septiembre de 2,5 millones de barriles diarios a 1,6 millones.

Para seguir vendiendo su petróleo, los petroleros iraníes han estado apagando sus transpondedores para no ser detectados, pero los satélites los están rastreando.

El primer mercado del petróleo iraní es China, seguido de la Unión Europea, de India y Turquía. Japón y Corea del Sur han reducido sus importaciones casi a cero.

Donald Trump confía que la presión económica forzará a los iraníes a aceptar sus condiciones para un nuevo acuerdo nuclear permanente porque el texto de 2015 solo establece condiciones para diez o 15 años. Pero Irán ya ha afirmado claramente que rechaza una renegociación con Washington.