El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, comienza este lunes en Alemania una gira de tres días durante la cual espera convencer a los europeos de cambiar de posición sobre el programa nuclear iraní, que están determinados a salvar.

Hay que impedir a toda costa que Irán “desarrolle cualquier capacidad nuclear”, dijo antes de esa visita el embajador israelí en Alemania, Jeremy Issacharoff, en una entrevista para la AFP.

“Quizás tengamos divergencias de puntos de vista sobre las formas de controlar Irán en el ámbito nuclear, pero perseguimos un objetivo común”, añadió.

Netanyahu, un ferviente opositor al acuerdo nuclear y al régimen iraní, se reunirá por la tarde con la canciller alemana, Angela Merkel, y dará una rueda de prensa con ella hacia las 14:30 horas GMT.

El martes se entrevistará en París con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el miércoles, con la primera ministra británica, Theresa May, en Londres.

Alemania, Francia y Reino Unido son tres de los países firmantes del acuerdo cerrado en 2015 entre las grandes potencias y Teherán, para mantener a la República Islámica alejada del arma nuclear.

Sus dirigentes defienden resueltamente el acuerdo, a pesar de la retirada estadounidense anunciada el 8 de mayo, y coinciden en esta cuestión con Rusia y China, los otros dos firmantes del texto.

“Conservar el acuerdo”

El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Mass, aprovechó la visita de su homólogo chino, Wang Yi, para reiterar que Alemania “desea conservar el acuerdo nuclear y procurar que Irán también se mantenga en él”.

El ministro chino criticó en esa ocasión la falta de fiabilidad de los Estados Unidos de Donald Trump. “Es una obviedad del derecho internacional recordar que los acuerdos internacionales deben ser respetados” y “los grandes países deberían dar ejemplo, no hacer lo contrario”, declaró.

Aunque consideran que el acuerdo existente es la mejor forma de contener las ambiciones nucleares iraníes, los europeos son conscientes de los límites de un compromiso que Merkel calificó recientemente de “imperfecto”.

Por ello han propuesto negociar una ampliación del acuerdo con Teherán, para incluir también el programa balístico iraní así como su política de influencia en Oriente Próximo, que los occidentales consideran desestabilizadora e Israel percibe como una amenaza directa para su existencia.

En estos aspectos concretos, Netanyahu y sus interlocutores europeos podrían estar de acuerdo.

Fin de la disputa

“Abordaré con ellos las formas de bloquear las aspiraciones nucleares y la expansión iraní en Oriente Próximo”, dijo Netanyahu antes de su visita a Berlín. Estas cuestiones son “vitales para la seguridad de Israel”, añadió.

Israel teme que Irán obtenga el arma nuclear, ya que se considera como el principal objetivo de ese arsenal, sobre todo si la República Islámica prosigue sus actividades balísticas.

El viaje de Netanyahu a Berlín marca también el final de un tenso periodo diplomático entre Israel y Alemania, dos aliados históricos. Una etapa que dio lugar el año pasado a una disputa en torno a la política israelí respecto a los palestinos.

Berlín lleva semanas multiplicando los mensajes de apoyo a Israel, a propósito de sus bombardeos en la Franja de Gaza y contra objetivos militares en Siria.

Por otra parte, Merkel no deja de alertar contra un resurgir del antisemitismo en su país, provocado por la llegada de numerosos migrantes originarios de países arabo-musulmanes y por el auge de la extrema derecha.

Este fin de semana, uno de los líderes del partido ultraderechista AfD, Alexander Gauland, minimizó la importancia de Adolf Hitler y sus atrocidades, calificándola de “excremento de pájaro en 1.000 años de historia alemana llena de éxitos”.