La mañana de este sábado, la tensión entre Israel e Irán llegó a su máximo nivel en años luego que un helicóptero israelí derribara un dron iraní que penetró su espacio aéreo nacional. En respuesta, varios aviones, entre Cazas y F-16, atacaron la base militar de la que salió el aparato pilotado a distancia.

Tras ello, las defensas anti aéreas del Ejército sirio se activaron, disparando al menos 25 misiles contra las naves.

Fue en este ataque que uno de los F-16 que participó en el operativo fue derribado en suelo israelí y que dos pilotos que iban abordo de un avión Caza debieron abandonar la nave antes que ésta se estrellara.

Jack Guez | Agence France-Presse
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Según consignó El Mundo, esta violencia es el resultado de las “acusaciones y advertencias mutuas de los últimos meses entre ambas naciones y el eje formado por Irán, Siria y el grupo chiíta Hizbolá”.

Tras derribar el avanzado avión de combate, Israel lanzó una ofensiva aérea contra fuerzas militares de ambos países, con las alarmas anti aéreas ubicadas en la frontera con Siria activándose de forma inmediata.

“Irán arrastra (…) una aventura que no se sabe cómo acabará. Se trata de una grave violación iraní de la soberanía de Israel“, señaló el Ejército de Israel través de un comunicado, escrito en el cual confirmaron más ataques contra bases aéreas y militares sirias e iraníes.

“El Ejército actuará de forma determinada contra este tipo de violaciones”, añadió la institución en el comunicado.

Jack Guez | Agence France-Presse
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