Una tregua entró en vigor el jueves cerca de Homs, en Siria, tras un acuerdo entre el ejército ruso y los rebeldes sirios para crear una tercera zona de “distensión” e instaurar un alto el fuego duradero en el país en guerra desde 2011.

Esta zona, situada al norte de la ciudad de Homs (centro), comprende 84 localidades con una población de más de 147.000 habitantes, según el ministerio ruso de Defensa.

La tregua entró en vigor al mediodía y del pacto están excluidos los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), y del Frente Fateh Al Sham (antiguo Frente Al Nusra, exfilial siria de Al Qaeda).

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), entre las ciudades implicadas por el alto el fuego figuran especialmente Rastan, Talbisé y Al Hula, que formaron parte de las primeras localidades en levantarse contra el régimen del presidente Bashar al Asad en 2011.

Estas ciudades quedaron bajo el control de la oposición en 2012 y escaparon de las manos de los yihadistas, especialmente de la organización Estado Islámico.

Un rebelde presente en Talbisé, Mustafa Khaled, declaró a la AFP que reinaba “la calma” en la zona. “No hubo violaciones” del alto el fuego, indicó.

Las zonas situadas en el norte de Homs fueron estos últimos tiempos el blanco de la artillería del ejército sirio y de bombardeos aéreos.

Las otras dos zonas de distensión creadas previamente se hallan en el sureste de Siria y en la región de la Guta oriental, cerca de Damasco. Unidades de la policía militar rusa se encuentran ya desplegadas en esas dos regiones.

A eso se suma una cuarta zona de distensión que será creada en la región de Idlib, conforme al acuerdo alcanzado a principios de julio durante las negociaciones de paz en Astaná, capital de Kazajistán, organizadas por Rusia, Irán y Turquía.

Cuarta zona

Una cuarta zona de distensión será creada en la región de Idlib (noroeste), conforme al acuerdo alcanzado a principios de julio durante las negociaciones de paz en Astaná, capital de Kazajistán, organizadas por Rusia, Irán y Turquía.

A partir del viernes, se desplegarán dos barreras de control y tres puestos de vigilancia de la policía militar rusa en las fronteras de la zona de distensión de Homs, según el general Igor Konashenkov.

Los militares rusos se encargarán especialmente de “separar las partes beligerantes, de vigilar el alto el fuego y de asegurar el envío de convoys humanitarios, así como de la evacuación de enfermos y heridos”, precisó.

Por su parte, la oposición va a desbloquear un tramo de 20 km de la carretera que une Homs y Hama, que pasa por la zona de distensión, según la misma fuente.

Rusia, que lidera en Siria desde el 30 de septiembre una campaña de bombardeos aéreos en apoyo a las tropas de su aliado, el presidente Bashar al Asad, “continuará haciendo todo lo posible para que la paz vuelva cuanto antes a la tierra siria”, aseguró Konashenkov.

El miércoles murieron más de 40 civiles en los bombardeos de las zonas bajo control del Estado Islámico, según el OSDH.

Desencadenado en marzo de 2011 por la represión de las manifestaciones que pedían reformas, el conflicto en Siria, que en principio oponía al ejército y a los rebeldes, se ha vuelto más complejo a lo largo de los años con la implicación de actores regionales, potencias extranjeras y grupos yihadistas, en un territorio cada vez más dividido.

La guerra ha dejado ya más de 330.000 muertos y millones de desplazados.