Arabia Saudita y sus aliados, que rompieron relaciones con Doha, publicaron este viernes una lista de personas y organizaciones vinculadas a actividades “terroristas” respaldadas por Catar.

Las 59 personas y 12 organizaciones incluidas en esta lista negra “están conectados con Catar y responden a una agenda sospechosa, que pone en evidencia la dualidad de las políticas de Catar”, indica un comunicado conjunto de Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Baréin.

Demuestra según sus autores que Catar “proclama por un lado combatir el terrorismo y por otro financia, respalda y cobija a diferentes organizaciones terroristas”.

La crisis estalló el lunes pasado, cuando Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto rompieron de golpe sus relaciones diplomáticas con Doha, acusándolo de “apoyar el terrorismo”. Estos países impusieron restricciones aéreas y cerraron sus fronteras terrestres y marítimas con el pequeño emirato.

La lista negra de Riad y sus aliados contiene al menos dos nombres considerados internacionalmente como respaldos financieros del terrorismo y contra los cuales –según el último informe del departamento de Estado norteamericano– Catar ya ha actuado.

Se trata de Sad Al Kabi y Abd Al Latif Al Kawari, mencionados entre las decenas de individuos y entidades señalados por Arabia Saudita y sus tres aliados.

“Los cuatro países acordaron señalar a 59 personas y 12 entidades en su lista del terrorismo” y prometen “no ser indulgentes a la hora de perseguir” a esas personas o agrupaciones.

Reclamo de Egipto en la ONU

En Nueva York, Egipto pidió el jueves a la ONU que investigue un enorme rescate que Catar habría pagado a un “grupo terrorista” ligado al grupo Estado Islámico (EI) con el objetivo de liberar a miembros de su familia real secuestrados en Irak.

Hablando durante un debate en el Consejo de Seguridad sobre la amenaza terrorista, el embajador en funciones egipcio ante la ONU, Ihab Moustafa acusó a Catar de pagar “cerca de 1.000 millones de dólares a un grupo terrorista activo en Irak a fin de obtener la liberación de miembros de su familia real secuestrados y retenidos en Irak cuando realizaban una cacería”.

“Si esto es cierto, se trata de un claro apoyo al terrorismo”, afirmó, señalando que el grupo tenía lazos con el EI.

Varias resoluciones de Naciones Unidas exhortan a países miembro a no pagar tales rescates o hacer concesiones políticas a grupos terroristas, afirmó.

El diplomático egipcio no presentó pruebas o detalles de lo ocurrido, pero afirmó que los medios habían dado cuenta de ello.

Catar rechaza injerencias

Catar rechaza cualquier intervención en su política exterior, declaró el jueves a la AFP su ministro de Relaciones Exteriores.

“Nadie tiene el derecho de intervenir en nuestra política exterior”, declaró Mohamed Bin Abderrahman Al Thani en una entrevista en Doha.

Al mismo tiempo, el ministro excluyó que la situación actual degenere. “Una solución militar no es una opción”, añadió.

En esta entrevista, el jefe de la diplomacia catarí también afirmó que Catar puede aguantar “eternamente”, a pesar del bloqueo impuesto por Riad y sus aliados, y añadió que su país “respeta” sus compromisos internacionales y no suspenderá sus entregas de gas a Emiratos Árabes Unidos, uno de los tres países del Golfo que rompió las relaciones con Doha.

Los saudíes y sus aliados consideran que tiene que ser Catar el que “cambie de política” y siga la misma línea que sus vecinos respecto a los movimientos islamistas radicales y a sus relaciones con Irán, el gran rival chiita del reino saudí, mayoritariamente sunita.

Por su parte Emiratos Árabes Unidos, el país más crítico con Catar, mantiene una presión extrema calificando a las autoridades de Doha de “campeonas del extremismo y del terrorismo en la región”.

El ministro de Exteriores emiratí, Anwar Gargash, puso varias condiciones para atajar la crisis, como que Catar ponga fin a los programas “extremistas” de su cadena de televisión Al Jazeera y tome medidas contra los miembros de los Hermanos Musulmanes refugiados en Doha.

Arabia Saudí cerro el lunes las oficinas de Al Jazeera, que aseguró este jueves haber sido víctima de un amplio ciberataque, sin poder precisar su origen.