El ministro de Defensa y el jefe del Estado mayor de Afganistán presentaron este lunes su dimisión, anunció la presidencia, dos días después de un ataque talibán que dejó más de 130 muertos en una base militar en el norte del país.

“El presidente Ashraf Ghani aceptó la renuncia del ministro de Defensa y del jefe del Estado mayor”, señaló la oficina de la presidencia en un comunicado.

Los afganos habían pedido la dimisión del ministro Abdulá Habibi y del jefe del Estado Mayor, Qadam Shah Shaheem, tras el asalto en una base militar de Mazar-e-Sharif el viernes.

Se cree que es el ataque más mortífero jamás perpetrado por los talibanes contra una base militar.

Un comando talibán atacó el pasado viernes una base militar en el norte de Afganistán durante la hora de la oración: la mayoría de las víctimas serían jóvenes reclutas.

Diez hombres de uniforme y fuertemente armados entraron en una base del Ejército en tanques y abrieron fuego contra los soldados de la base, reunidos en la mezquita o el refectorio, desarmados.

Cómplices

Sigue sin conocerse el balance preciso de muertos en el asalto, pero oscilaría entre los 130 y los 160 fallecidos según balances no oficiales pero concordantes.

Numerosos afganos criticaron ferozmente al Gobierno por su incapacidad para contrarrestar el ataque, el segundo ataque de envergadura de los talibanes después del perpetrado en marzo contra el mayor hospital militar del país, en Kabul, que dejó docenas de muertos.

Este sábado por la mañana, supervivientes interrogados en el hospital de Mazar-e-Sharif se interrogaban cómo el comando pudo eludir los controles e ingresar en la base con sus armas, planteándose preguntas sobre eventuales complicidades internas.

“Hay una investigación en curso, y el balance podría cambiar. Cuando termine, compartiremos más detalles con el resto de la nación” anunció el ministerio de Defensa en un comunicado.

Atacantes detenidos

De los 10 atacantes, siete fueron abatidos, dos se hicieron estallar y uno fue detenido, indicó el ministerio afgano de Defensa que no dio detalles sobre el ataque.

“Eran 10”, confirmó un oficial contactado en la base. “Llegaron a bordo de Humvees y de camiones del Ejército afgano y estaban vestidos con uniformes militares“, agregó. Para este oficial, “es evidente, (los atacantes) tenían infiltrados en la base. Si no ¿cómo habrían podido entrar?”

“Era la hora de la oración en la mezquita de la base”, lo que implica que las víctimas estaban desarmadas, añadió.

Los talibanes, que reclaman la partida de todas las tropas extranjeras de Afganistán, reivindicaron rápidamente la operación en un comunicado difundido el viernes en el que anunciaban “decenas de muertos”.

El 8 de marzo, un ataque al hospital militar de Kabul que duró más de seis horas, reivindicado por el grupo Estado islámico, dejó oficialmente 54 muertos, y más del doble según fuentes de seguridad.