La discoteca La Reina de Estambul está situada a unos centenares de metros del lugar en el que tenían lugar las celebraciones oficiales de Año Nuevo, a orillas del Bósforo. Una decena de heridos fueron trasladados a urgencias rápidamente mientras que varias ambulancias y vehículos de policías fueron movilizados al lugar, según la cadena CNN-Türk. Hasta al momento, se han confirmado 35 muertes y más de 40 lesionados.

Algunos testigos afirmaron que habían oído a los asaltantes gritar algo en árabe, según la agencia de prensa Dogan.

Turquía ha sido objeto de varios ataques vinculados con la rebelión separatista del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) o atribuidos al grupo EI que han golpeado especialmente Estambul y Ankara.

El 10 de diciembre, un atentado reivindicado por un grupo radical kurdo dejó 45 muertos -incluyendo una mayoría de policías- en el centro de Estambul.

También en Estambul, cuatro turistas perdieron la vida y 36 personas resultaron heridas en marzo en la famosa avenida Istiklal, en un atentado suicida reivindicado por el grupo EI.

Las autoridades también afirmaron que los yihadistas estaban detrás de un atentado que dejó 47 muertos el pasado junio en el aeropuerto Atatürk de Estambul.

El último de estos ataques fatales tuvo lugar el 19 de diciembre, cuando un policía turco asesinó en plena entrevista con las cámaras de televisión, al embajador ruso en Turquía, culpando a este país de la violencia en Siria.

Miembro de la coalición internacional que combate al grupo EI en Siria e Irak, Turquía inició en agosto una ofensiva en el norte de Siria para repeler a los yihadistas y empujarlos hacia el sur.

Rebeldes sirios apoyados por el ejército turco asedian desde hace varias semanas la ciudad de Al Bab, un feudo del EI en el norte de Siria.

En respuesta a estas operaciones militares, el EI ha amenazado en varias ocasiones con atentar contra Turquía, uno de los principales blancos de los yihadistas.