Más de 9.300 personas, entre ellas 3.800 civiles, murieron en los ataques rusos en Siria desde el inicio de la intervención militar rusa hace exactamente un año, afirmó este viernes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Desde el 30 de septiembre de 2015, los ataques rusos causaron 9.364 muertos, entre ellos 3.804 civiles, 2.746 combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y 2.814 milicianos de los otros grupos rebeldes e islamistas que luchan contra el régimen del presidente sirio Bashar al Asad, según el OSDH.

Anteriormente, el director de esta ONG, que cuenta con una red de fuentes médicas, militares y civiles en el país en guerra, declaró a la AFP que “unas 10.000 personas” murieron en los bombardeos rusos desde hace un año.

Pese a los llamamientos internacionales de los últimos días a un cese de los ataques, sobre todo en la ciudad de Alepo, en el norte del país, Rusia afirmó que continuará con los bombardeos.