El gobierno saudí llamó al Congreso estadounidense a actuar para evitar “las consecuencias desastrosas” de su ley antisaudita sobre los atentados del 11 de septiembre.

Esta ley es “una fuente de gran inquietud“, declaró un portavoz del ministerio saudí de Relaciones exteriores que, citado por la agencia oficial Spa, invitó “al Congreso estadounidense a tomar las medidas necesarias para evitar las consecuencias desastrosas y peligrosas” de esta ley sobre las relaciones entre Estados.

La relación Washington-Riad, entablada desde hace más de 70 años, se basa en particular en un intercambio de la seguridad estadounidense contra el petróleo saudí.

“Arabia recibió una puñalada por la espalda con esta ley irracional e irrealista”, señala Ansari a la AFP. “¿Cómo se puede perseguir a un país que colabora (en la lucha) contra este mismo terrorismo, del que es acusado sin fundamento?”, se interroga.

Nada menos que 15 de los 19 autores de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, donde murieron casi 3.000 personas, eran ciudadanos saudíes, aunque hasta el momento no fue posible determinar una conexión con el país. El gobierno saudí niega cualquier relación con los atacantes.

Las relaciones Washington-Riad se enfriaron en 2014-2015 cuando Obama inició una apertura hacia Teherán, que acabó concretándose en el acuerdo nuclear iraní.

Aunque esto no pareció impedir que continuara una sólida cooperación antiterrorista entre los dos países. “Permitió a las autoridades estadounidenses tener informaciones precisas” que contribuyeron a la desarticulación de varios atentados, según Ansari.

Las monarquías del Golfo (Pérsico) no habían aún reaccionado oficialmente este jueves a la medida estadounidense, excepto el reino de Bahréin, muy cercano a Riad, que estimó que el Congreso de Estados Unidos “lanzó una flecha” contra su “propio país”.

Sin embargo, desde el 12 de septiembre, las seis monarquías del Golfo, entre ellas Arabia Saudí, advirtieron del “grave precedente” de la ley estadounidense sobre el 11 de septiembre, y del “impacto negativo” que podría tener en sus relaciones con Washington.