El guía supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, denunció violentamente este miércoles a la familia real saudí afirmando que no merecía gestionar los lugares santos del islam tras la estampida que dejó 2.300 muertos durante la peregrinación a La Meca en 2015.

“Esta catástrofe muestra una vez más que esta descendencia maldita maléfica no merece gestionar los lugares santos” del islam, declaró Jamenei al recibir a las familias de los 464 peregrinos iraníes que fallecieron hace un año, según su página web oficial.

El guía supremo agregó que si los dirigentes saudíes no eran “responsables” de la catástrofe que causó 2.300 muertos, deberían autorizar una “comisión de investigación internacional”.

Irán “no perdonará nunca la sangre derramada por los mártires”, declaró por su parte el presidente Hasan Rohani. Anteriormente, Teherán había acusado a Riad de “incompetencia” en la organización del hach tras el fatal suceso.

El ayatolá Jamenei también criticó la política de Arabia Saudí en Oriente Medio, agregando que Estados Unidos es cómplice de los “crímenes” saudíes. “El descarado régimen saudí derrama la sangre de los musulmanes en Yemen, en Siria, en Irán y en Baréin con el apoyo de Estados Unidos. En consecuencia, Estados Unidos y los otros países que respaldan a Riad son cómplices de los crímenes saudíes”, dijo.

Por primera vez en casi tres décadas, los iraníes no participarán en el hach, pues ambos países no alcanzaron un acuerdo al respecto