La princesa holandesa Catalina Amalia de Orange se encuentra aislada ante la posibilidad de ser secuestrada. Expertos coinciden que la situación en el país es grave e incluso, ya algunos hablan de narcoterrorismo.

“No sale prácticamente de casa. Seguramente ha escuchado ciertos mensajes que están circulando”. Fueron estas las declaraciones con las que la reina Máxima de los Países Bajos, en una visita de Estado el jueves 13 de octubre de 2022 a Suecia, confirmó sobre las amenazas de un posible secuestro a su hija y princesa heredera, Catalina Amalia de Orange.

Unas semanas antes, el rumor ya había comenzado a rondar por los medios de comunicación. El diario neerlandés De Telegraaf publicó un reportaje en el que se afirmaba que el Servicio General de Inteligencia y Seguridad había logrado desencriptar llamados telefónicos de una organización criminal, en el que se apuntaba como próximo objetivo a la heredera de la Corona y al primer ministro holandés, Mark Rutte.

“Los políticos están tristes y enojados de que esto haya llegado tan lejos en nuestro país. La realeza es uno de los símbolos más importantes que tenemos en nuestra sociedad, por lo que este grupo de crimen organizado lo que realmente quiere es amenazar y desafiar a las autoridades”, dice en conversación con Deutsche Welle Pieter Tops, académico de la Universidad de Tilburg, quien también se ha desempeñado como profesor de la Escuela de Policía holandesa.

La “mafia marroquí”

Pero ¿quién está detrás de un posible secuestro a la princesa heredera? Todo apunta a que sería uno de los líderes de lo que se conoce como la “mafia marroquí”: Ridouan Tagui. El ciudadano holandés-marroquí lleva más de dos años arrestado, luego que fuera interceptado por la policía en Dubái en los Emiratos Árabes.

Se encuentra actualmente en una prisión de máxima seguridad en Vught, al sur de los Países Bajos y se le acusa de estar involucrado en una decena de asesinatos por narcotráfico.

Su nombre también ha sonado como responsable de la muerte del periodista Peter R. de Vries, quien falleció baleado en 2021 en el centro de Ámsterdam.

“Se sospecha que él (Ridouan Taghi) será condenado por un largo período de tiempo. Las probabilidades son bastantes altas. Pero, a pesar de ello, él sigue al mando y se cree que está completamente radicalizado, ya que, en su mente, piensa que no tiene nada que perder. Y por eso tiene una ofensiva tan violenta en contra de las autoridades del país”, agrega Tops.

Crimen organizado transnacional

Gary Hale, investigador en política de drogas y estudios sobre México en el Instituto Baker de la Universidad de Rice, Estados Unidos, toma distancia al tomar una postura respecto a la posibilidad de que Ridouan Tagui esté al mando de esta ofensiva, con los datos que, al menos, se conocen hasta ahora.

Sin embargo, el también exjefe de inteligencia de la División de Campo de la Administración para el Control de Drogas en Houston, comenta en exclusiva a DW que, en Europa, especialmente países como España, Bélgica y Holanda, están enfrentando un fenómeno denominado “crimen organizado transnacional”.

“África, en los últimos 15 años, se ha convertido, además de productor, también en un punto de tránsito de la droga que viene desde Latinoamérica a Europa”, dice. Por este motivo, no descarta una influencia de Marruecos en el crimen organizado holandés.

Ofensiva y contraofensiva

El académico de la Universidad de Tilburg es de la opinión de que el gran problema de Holanda se origina, principalmente, en el hecho de que, por mucho tiempo, fue ignorado en el país el tráfico de cocaína, lo que ha traído graves consecuencias en la actualidad.

Además, explica que, desde hace diez años, el Gobierno central ha invertido en una ofensiva para detener el narcotráfico, pero sin advertir la contraofensiva de los miembros de estas organizaciones criminales.

“Hay quienes incluso piensan que estamos ya frente a narcoterrorismo, y esto ha originado que la sociedad holandesa esté nerviosa y ansiosa”, afirma Pieter Tops. En tanto, la princesa pasa por estos días encerrada en la Casa Real ubicada en La Haya, bajo un desplegado cerco de seguridad.

Solo pudo permanecer un par de semanas en el apartamento de Ámsterdam en el que tenía previsto vivir mientras desarrollaba su grado de Política, Psicología, Derecho y Economía. El rey Guillermo, por otro lado, solo se limitó a calificar la situación como “muy difícil”, tras las amenazas de secuestro que ha sufrido la heredera al trono.