El gobierno de centroderecha noruego, que salió derrotado de las legislativas de septiembre tras ocho años en el poder, presentó su dimisión este martes, lo que abre la vía a la formación de una nueva coalición de centro-izquierda.

La primera ministra de Noruega, Erna Solberg, presentó este martes su dimisión, una decisión ya anticipada tras la derrota electoral sufrida por su formación en las elecciones celebradas hace un mes, y a la espera de que este jueves se concrete la formación del nuevo Gobierno bajo la batuta de laboristas y centristas.

Solberg entregó su solicitud al rey Harald V tras ocho años en el cargo, convirtiéndose en la jefa de gobierno más longeva en términos de mandato del país. El monarca noruego ha aceptado la renuncia y le ha pedido que permanezca en el cargo hasta que el nuevo gabinete asuma.

En una rueda de prensa posterior, la mandataria había informado de que su formación, Hoyre, pasará a llevar a cabo una labor de oposición “objetiva y constructiva”.

También este martes, Harald encargó formalmente al líder de los laboristas, Jonas Gahr Store, formar Gobierno.

El Partido Laborista salió vencedor de unas elecciones en las que logró desbancar a los conservadores de la primera ministra y en un primer momento había planteado una coalición tripartita, que incluyera al Partido de la Izquierda Socialista, algo que ya habían llevado a cabo con anterioridad, concretamente entre 2005 y 2013 y bajo la batuta del actual secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

No obstante, el Partido del Centro abogó por un Gobierno sin el Partido de la Izquierda Socialista y las posturas distanciadas entre ambos acabó propiciando la salida de los socialistas de la mesa de negociaciones.

La semana pasada, laboristas y centristas anunciaron que habían llegado a un acuerdo para formar un Gobierno minoritario que, explicaron, será detallado este jueves.