Los países de la Unión Europea (UE) acordaron este lunes cerrar su espacio aéreo a aviones de Bielorrusia y adoptar nuevas sanciones contra el régimen de Alexander Lukashenko, acusado de desviar un avión de línea europeo a Minsk para detener a un disidente.

Los líderes de los 27 países de la UE exigieron la liberación “inmediata” del opositor detenido, Román Protasévich, y recomendaron a las compañías aéreas europeas evitar el espacio aéreo bielorruso, aumentando así el aislamiento de ese país.

Estas medidas fueron anunciadas solo dos horas después del inicio de la primera de las dos jornadas de la cumbre de mandatarios de la UE que han acudido físicamente a Bruselas. Las consultas previas al encuentro realizadas entre las capitales allanaron el camino.

Londres y Kiev ya han puesto en la lista negra al espacio de esta exrepública soviética y las compañías Lufthansa, SAS, Air France, KLM, Finnair, Singapore Airlines y AirBaltic anunciaron sus decisión de evitar sobrevolar su territorio.

Cerca de 2.000 aviones comerciales cruzan cada semana el espacio aéreo bielorruso, precisó la organización Eurocontrol. La compañía bielorrusa Belavia realiza por su parte una veintena de vuelos diarios desde y hacia aeropuertos de la UE.

Ruleta rusa

Román Protasévich, un periodista de oposición de 26 años, y su pareja Sofía Sapega viajaban a bordo de un Boeing de la compañía Ryanair que realizaba el trayecto entre Atenas y Vilna, y que fue desviado a Minsk tras una alerta de bomba que resultó ser falsa. Los jóvenes fueron detenidos en el aeropuerto.

Protasévich es un antiguo redactor jefe del influyente medio de oposición Nexta, y según la líder de oposición bielorrusa exiliada en Lituania, Svetlana Tijanóvskaya, se expone a la “pena de muerte”, todavía vigente en Bielorrusia.

Estados Unidos y la ONU también exigieron la liberación inmediata del joven opositor. El presidente Joe Biden tildó el caso de “escandaloso”.

La reacción europea “está a la altura de la gravedad” de los acontecimientos “absolutamente inaceptables, chocantes y escandalosos”, declaró el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. “No toleraremos que se intente jugar a la ruleta rusa con la vida de civiles inocentes”, advirtió.

Los dirigentes europeos también reclamaron la adopción rápida de un nuevo paquete de sanciones contra autoridades del régimen y el examen de medidas económicas adicionales.

La UE ya ha inscrito en la lista negra a 88 miembros del régimen, entre ellos, el presidente Lukashenko y siete instituciones.

Piratería

Esta antigua república soviética, situada entre Rusia y la UE y dirigida desde 1994 por Alexander Lukashenko, rechazó las críticas y aseguró haber actuado de forma legal, prometiendo una “absoluta transparencia”.

Bielorrusia recibió el apoyo de su principal aliado, Rusia, cuyo ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, consideró que Minsk había actuado de forma “razonable” al prometer una “transparencia total”.

Bielorrusia afirmó este lunes haber recibido una amenaza de “bomba” en este vuelo de Ryanair, firmada por Hamás, según un email atribuido a este movimiento islamista palestino y leído por un responsable del ministerio bielorruso de Transportes.

Minsk aseguró el lunes haber informado a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), organismo dependiente de la ONU, y a la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), de su “disposición a cooperar en una investigación imparcial”.

Este lunes la televisión estatal bielorrusa transmitió un corto video en el que Protasévich “confiesa” que había estado organizando manifestaciones de protesta contra el gobierno.

En el video, el joven opositor parecía exhibir marcas en el rostro, y afirmó que estaba siendo tratado “de acuerdo con la ley”.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó el incidente de “indignante e ilegal”, Polonia denunció “un acto de terrorismo de Estado” y Francia pidió una “respuesta fuerte y unida”.

La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, dijo que las explicaciones bielorrusas son “completamente inverosímiles”.

Irlanda, donde está basada la compañía Ryanair, criticó un acto de “piratería” estatal.

A su vez, la OTAN exigió una investigación sobre el “grave y peligroso incidente”, mientras que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, lo calificó de “impactante” por poner en peligro “la vida de más de 120 pasajeros, entre ellos ciudadanos estadounidenses”.

La UE ya adoptó sanciones al gobierno de Lukashenko por la brutal represión de las manifestaciones de la oposición tras su polémica reelección para un sexto mandato en agosto del año pasado.