El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, expresó hoy el total respaldo de su país a Ucrania ante la agresión de Rusia.

Además, advirtió sin ambages del peligro interno que supone la corrupción para los intereses del pueblo ucraniano.

“Rusia no quiere participar en la solución del conflicto” en el este de Ucrania y mantiene ingentes fuerzas militares a lo largo de la frontera ucraniana.

Así lo dijo Blinken en una rueda de prensa conjunta con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, al término de sus conversaciones.

Persiste la amenaza de acciones agresivas rusas

Con ello, agregó, Rusia tiene la capacidad de emprender “acciones agresivas a voluntad en un corto período de tiempo”.

“Estados Unidos sigue muy de cerca la situación”
dijo el jefe la diplomacia estadounidense. Alabó la contención de la parte ucraniana ante las “acciones provocadoras” de Rusia.

A su vez, Zelenski denunció que junto las fronteras de Ucrania se encuentran aún desplegados unos 75.000 soldados rusos con todo tipo de armamento.

“Solo 3.500 militares rusos y 210 piezas de armamento pesado son retirados de la península Crimea”, dijo el mandatario ucraniano.

Ucrania con los ojos puestos en la OTAN

Zelenski pidió el apoyo de Estados Unidos para acceder al Plan de Acción para la Adhesión a la OTAN. Expresó su esperanza de este asunto sea tratado en cumbre de la Alianza que se celebrará el 14 de junio próximo.

Además, indicó que los países de la OTAN deben incrementar su presencia militar en el mar Negro.

El presidente ucraniano destacó las posturas coincidentes de Kiev y Washington en el rechazo al gasoducto Nord Stream 2 que Rusia tiende en mar Báltico.

“Es un asunto muy sensible y en Europa hay distintas posiciones, que a veces se contradicen con la de Ucrania. No es el caso de Estados Unidos y estoy agradecido por el apoyo y firme política estadounidense de sanciones”, recalcó

Zelenski invitó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a visitar Ucrania. Consideró que sería simbólico que se produjera en 2021, cuando el país celebra el 30 aniversario de su independencia.

La visita de Blinken

La primera visita a Ucrania de Blinken se produjo en medio de una escalada de la tensión entre Kiev y Moscú.

Esto, por el agravamiento de la situación en este de Ucrania, donde desde comienzos de año en la línea del frente han muerto más de 30 militares ucranianos.

El mando ucraniano informó de que un soldado murió y otro resultó herido en un ataque ccontra posiciones gubernamentales en Novtroiskoye.

“Apoyamos la soberanía, la integridad territorial y la independencia de Ucrania. Me complace señalar que esta postura es compartida por todos los miembros del G7”, dijo Blinken, que llegó a Kiev desde Londres, donde participó en una reunión de los ministros de Exteriores de ese grupo.

La corrupción como una amenaza interna

Al mismo tiempo, subrayó la importancia de profundizar las reformas en Ucrania, en particular en lo que se refiere al imperio de la ley, la administración de la justicia, el gobierno corporativo y la lucha contra la corrupción.

EEUU y otros aliados occidentales de Kiev han criticado al Gobierno ucraniano por la reciente destitución de Andriy Kobolyev, consejero delegado de la gasística y petrolera ucraniana Naftogaz, en violación de las normas de transparencia.

“Hay una amenaza externa a Ucrania, que es Rusia, pero también hay una interna: los oligarcas y los corruptos”, advirtió Blinken.

Según el secretario de Estado norteamericano, “estos dos elementos están conectados, porque Rusia usa la corrupción para promover sus intereses, que son opuestos a los del pueblo ucraniano”.

La apretada agenda de Blinke en Kiev incluyó también reuniones con parlamentarios, con su homólogo ucraniano, Dmitro Kuleba, el primer ministro Denis Smyhal, el cabeza la Iglesia ortodoxa ucraniana, Epifanio, así como la participación en un mesa redonda virtual con representantes de organizaciones anticorrupción.

Además, el secretario de Estado depositó esta mañana una ofrenda floral en el memorial de los soldados caídos en la guerra del Donbás, conflicto en el que desde su comienzo, en 2014 han muerto unas 14.000 personas.