La justicia española imputó este jueves al presidente de la petrolera Repsol, Antonio Brufau, y al antiguo dirigente del banco CaixaBank, Isidro Fainé, por presuntamente encargar a un expolicía espiar a un competidor.

Según el documento publicado por la Audiencia Nacional, los empresarios fueron citados para declarar ante el juez como sospechosos de haber cometido un delito de “cohecho activo”.

De acuerdo con el escrito judicial, se contrató los servicios del entonces policía José Manuel Villarejo para espiar al presidente de la constructora Sacyr, Luis Fernando del Rivero.

Los hechos se remontan a finales de 2011 y comienzos de 2012. En ese momento, el presidente del grupo constructor trabajó con la petrolera mexicana Pemex para hacerse con el control de Repsol, del que CaixaBank era un importante accionista.

“La investigación sobre Luis del Rivero fue una reacción conjunta promovida por los dos presidentes de las compañías”, Repsol y CaixaBank. Así lo indicó el juez instructor en su escrito.

Supuesto caso de espionaje

Esta tarea fue encargada a la empresa CENYT, recientemente liberado y pendiente de juicio en prisión provisional de Madrid.

Según el documento de la Audiencia Nacional, los investigadores hallaron siete abonos de Repsol y CaixaBank a las cuentas de CENYT. Se estima un valor de 413.600 euros, 218.900 euros de la petrolera y 197.700 euros del banco.

Villarejo se encuentra en el foco de numerosos escándalos por espiar o grabar en secreto sus conversaciones con políticos y el sector empresarial.

Uno de ellos afecta al segundo banco español (BBVA) cuyo presidente Francisco González fue imputado en 2019 por otro supuesto caso de espionaje.

Sus grabaciones y actuaciones también pusieron en aprietos al rey Juan Carlos, a numerosos dirigentes del conservador Partido Popular y al fiscal general, Dolores Delgado.