Las fiestas clandestinas no cesan en Madrid, donde la Policía local intervino este fin de semana 414 celebraciones o reuniones ilegales en domicilios, 38 de ellas en viviendas turísticas, a pesar de las restricciones sociales y las medidas sanitarias anti-covid vigentes, según fuentes municipales.

Este dato es, sin embargo, inferior al récord de hace una semana, cuando los agentes municipales localizaron 442 fiestas ilegales. Desde que comenzó el segundo estado de alarma en España el 25 de octubre pasado, la Policía de Madrid desalojó 6.894 de estas fiestas, en las que participaban españoles y extranjeros.

En algunas de estas reuniones había un número de personas superior al permitido y no se usaban mascarillas ni otras medidas de prevención del contagio, como la distancia interpersonal mínima de dos metros.

Las fuerzas del orden inspeccionaron y clausuraron un local en el distrito de Usera (sur de Madrid) en el que se habían juntado 142 personas, casi el triple del aforo permitido. Los negocios de ocio nocturno como discotecas y bares de copas están cerrados temporalmente por orden de las autoridades regionales.

Igualmente, los agentes emitieron 452 propuestas de sanción por “botellones” (reuniones masivas al aire libre para consumir bebidas alcohólicas) y multaron a 1.175 personas por permanecer en la calle sin motivo justificado durante el toque de queda, que en Madrid comienza a las 23:00 horas y termina a las 6:00.

Además, la Policía Nacional localizó otras cinco fiestas ilegales en Madrid, en las que se estaban incumpliendo las normas fijadas por el estado de alarma y las medidas sanitarias en vigencia.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid detallaron a Efe que había 40 extranjeros reunidos en una misma vivienda turística del centro. En otro domicilio, se encontró a más de 25 personas, de las cuales 16 fueron detenidas por desobediencia grave y 13 fueron propuestas para sanción.

La proliferación de estas fiestas, también en otras ciudades como Barcelona (noreste) o Alicante (este) y sobre todo los fines de semana, preocupa a las autoridades, que estudian si levantan o al menos suavizan las restricciones socioeconómicas durante la Semana Santa, con el riesgo de un rebrote de la covid-19 tras controlar la tercera ola, especialmente dura.

Desde que comenzó la epidemia, 71.138 personas murieron y 3.149.012 se contagiaron en España, según los registros sanitarios oficiales.