El Gobierno francés aprobó este miércoles un decreto para favorecer la igualdad de oportunidades en el acceso a algunas de sus elitistas escuelas de formación para el servicio público, como la famosa Escuela Nacional de la Administración (ENA).

En su orden, el Ejecutivo abre un periodo experimental a partir del próximo curso y hasta 2024 para permitir la entrada de alumnos “procedentes de categorías socioprofesionales menos favorecidas” a esas escuelas, entre las que también cita el Instituto Nacional de Estudios Territoriales o la Escuela de Altos Estudios de Salud Pública.

El Gobierno cree que el funcionariado del Estado debe ser “un elemento de ascenso social” y por eso pretende abrir estas escuelas a públicos menos favorecidos.

Considera que los ciudadanos con menos recursos tienen actualmente más difícil el acceso a esos puestos y por ello pretende favorecerlo.

En paralelo a esta experimentación, estas escuelas van a reformar sus pruebas de acceso “para garantizar su carácter no discriminatorio y su adecuación a las competencias que buscan las administraciones”.

El presidente francés, Emmanuel Macron, que como muchos de sus antecesores procede de la ENA, anunció en campaña y recién llegado al Elíseo su intención de suprimir esta institución, percibida como un vivero de élites desconectado de la realidad, antes de rectificar y propiciar una profunda reforma de su funcionamiento.