La Comisión de Inteligencia y Seguridad (ISC) del Parlamento británico ha entregado un informe sobre las interferencias del Kremlin en la campaña del Brexit en 2016. Los diputados han pedido que se investigue con más escrutinio actos que el gobierno ha "seriamente subestimado".

La investigación que el comité de inteligencia del Parlamento del Reino Unido ha plasmado en 50 pagina y que se publica este martes 21 de julio cuenta cómo se han llevado a cabo campañas de desinformación y ataques de ciberseguridad por parte de Rusia.

El informe concluye que actos de injerencia rusa se han vuelto “la nueva normalidad”.

Los diputados de la comisión señalaron que diferentes estudios independientes han mostrado la preponderancia de historias a favor del Brexit o en contra de la Unión Europea en los canales rusos Russia Today y Sputnik, durante la campaña para el referéndum sobre la salida de la Unión Europea.

Apuntan igualmente al uso de trolls en Twitter, en un claro intento por influenciar en el proceso.

También destaca el papel que han jugado oligarcas rusos, es decir, millonarios que tienen su residencia en Londres. Acusa a los últimos gobiernos británicos de haberle dado la bienvenida a estos polémicos millonarios con los “brazos abiertos”.

Los diputados del comité se mostraron muy crítico del actual gobierno, al que acusan de haber retrasado la publicación del informe antes de las elecciones generales de diciembre pasado, y sobre todo de no haber investigado la verdadera influencia de Rusia en la campaña para el referéndum que dio la victoria al Brexit.

Esto en contraste con las duras acusaciones de Estados Unidos a la posible interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.

La comisión, cuya función principal es revisar el trabajo que realizan las agencias del servicio de inteligencia británico, afirmó que si bien no podían concluir de manera definitiva si Moscú había interferido o no de manera exitosa en el resultado del voto sobre el Brexit, sí tenía claro que no se había realizado ningún esfuerzo por parte de Reino Unido para establecer la magnitud de la injerencia.

Por su parte, el gobierno de Boris Johnson rechazó de manera inmediata la sugerencia del informe de que se realice una investigación sobre la influencia rusa en el resultado del Brexit.