Los 27 líderes de la Unión Europea buscan acordar el presupuesto plurianual comunitario 2021-2027 y el fondo de rescate para impulsar la economía tras la pandemia con posiciones muy divididas.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE estarán reunidos a priori este viernes y sábado para tratar de cerrar un plan de recuperación de hasta 1,85 billones de euros, que saldrían del presupuesto comunitario para 2021-2027 y de un fondo de recuperación financiado con la emisión de deuda conjunta.

El principal punto de conflicto a superar son las reticencias que plantean principalmente Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca.

Un presupuesto plurianual de 1,074 billones de euros

El jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, propuso un Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-2027 de 1,074 billones de euros (unos $963.590 billones de pesos chilenos), es decir unos 20.000 millones de euros menos que su propuesta rechazada en febrero antes de la crisis del coronavirus, constató la Agence France-Presse.

La tradicional Política Agrícola Común (PAC) y los fondos de cohesión representan el 61% del total, aunque Michel recortó su volumen respecto del anterior plan para dar cabida a las nuevas prioridades europeas que pasan por las transiciones ecológica y digital y la protección de fronteras.

Un plan de recuperación de 750.000 millones de euros

La Comisión Europea propuso un inédito “instrumento” de recuperación para el período 2020-2024 de 750.000 millones de euros (840.000 millones de dólares), que Bruselas tomaría prestados en los mercados en nombre de los 27, un hito en el proyecto europeo

El fondo recoge el plan presentado por París y Berlín de destinar medio billón de euros a ayudas, especialmente para los países como Italia y España más castigados por la pandemia. El monto de las subvenciones se devolvería entre los 27.

Michel propone que el 70% del fondo se desembolse entre 2021 y 2022 en base a criterios como la población, el desempleo y el PIB de los últimos cinco años. El 30% restante estaría disponible desde 2023 y en base al impacto directo de la crisis.

Dos tercios en ayudas, un tercio en préstamos

No sólo el volumen total del fondo de recuperación divide a los líderes, sino también su redistribución entre el medio billón de euros en ayudas y los 250.000 millones de euros restantes en préstamos, que deberán devolver el gobierno receptor.

Los partidarios del rigor fiscal, los llamados “frugales” (Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca), desean disminuir la cuantía del fondo y reequilibrar su redistribución, priorizando los créditos.

Más de 300.000 millones para las reformas

La “facilidad para la recuperación y la resiliencia” es el programa en el corazón del fondo de recuperación que busca un “apoyo financiero a gran escala” para los Estados miembros.

Para acceder a este instrumento, cada país debe presentar un plan nacional de reformas e inversiones, que tenga en cuenta las recomendaciones anuales de la Comisión y sus nuevas prioridades basadas en la transición ecológica y digital.

Los detalles sobre la aprobación de estos planes y el desbloqueo de las ayudas son objeto de discusión. Michel propone que, a propuesta de la Comisión, los 27 den el visto bueno por mayoría. Países Bajos pide que sea por unanimidad.

El monto disponible en forma de ayudas será de 310.000 millones de euros (354.000 millones de dólares), que se sumarían a los 250.000 millones de euros en préstamos.

Los 190.000 millones restantes para llegar al medio billón de subvenciones del fondo se repartirían entre diferentes programas: investigación, salud, desarrollo rural y fondo de transición justa, etc.

Según fuentes europeas, los eventuales recortes o reequilibrios, para contentar a los frugales, podrían tener lugar en esta última partida.

Vencimiento a 30 años

Para responsabilizar a los actuales líderes, el jefe del Consejo Europeo propone empezar el rembolso a partir de 2026, penúltimo año del MFP en discusión, dos años antes de lo propuesto por la Comisión. Los rembolsos terminarían en 2058.

Independientemente de la opción retenida, el período antes del inicio del rembolso debe permitir negociar la adopción de nuevos recursos propios para la UE, como un impuesto digital o otro a las importaciones según sus emisiones de CO2.

Ecologistas piden condicionar presupuesto y ayudas a objetivos verdes

Según constató la Deutsche Welle, una decena de organizaciones ecologistas se manifestaron este viernes frente a la sede del Consejo Europeo para reclamar la imposición de “condicionamientos verdes” para el fondo de recuperación y el presupuesto plurianual que se está negociando en la cumbre de líderes europeos. Bajo el lema de ‘Nuestro dinero, nuestro futuro’, los manifestantes reclamaron que el dinero destinado a la recuperación de “esta crisis sin precedentes” cuente con condicionantes para asegurar que las empresas beneficiarias no son contaminantes.

“No deberíamos invertirlo en coches, aviones que contaminan, en agricultura intensiva o en deforestación. Es muchísimo dinero, lo van a pagar las generaciones futuras y hay que invertirlo en energías renovables y en coches limpios, es el futuro”, explicó a Efe Nico Muzi, uno de los portavoces de la convocatoria.

Las tres principales federaciones ecologistas, Avaaz, WeMove y SumOfUs, entregaron a primera hora de la mañana al equipo del presidente del Consejo, Charles Michel, una propuesta con los principales puntos de su reclamación. Junto al documento le entregaron más de 1,3 millones de firmas de ciudadanos europeos “que han suscrito la petición”.

“Pedimos que se haga una lista de industrias, productos y servicios que no son compatibles con un futuro sostenible”, añadió Muzi, quien también criticó que al sector de las aerolíneas ya le están llegando ayudas pese a ser un sector contaminante. El portavoz ecologista, en este sentido, pidió que el dinero que se destine a estas empresas vaya a parar a los trabajadores “para después empezar a caminar hacia unas aerolíneas más verdes y limpias”.