Cataluña ordenó el domingo el reconfinamiento de 200.000 personas por un rebrote de coronavirus, la primera medida de ese tipo desde que habían sido levantadas en España las disposiciones de aislamiento para luchar contra la pandemia viral.

La zona está situada alrededor de la ciudad de Lérida, en el interior, a un centenar de kilómetros de las turísticas playas de la costa catalana.

“La población deberá permanecer en su domicilio”,
anunció la responsable regional de Salud, Alba Verges, en una conferencia de prensa.

La región afectada ya había sido aislada del resto de Cataluña hace una semana cuando los hospitales estaban casi saturados.

Como ya pasó durante el confinamiento estricto impuesto a mediados de marzo, las personas que vivan en la región solo podrán salir de casa para trabajar, ir al médico o comprar comida.

También quedan prohibidas las reuniones de más de diez personas.

Tras una caída drástica del número de casos y de fallecimientos en España, uno de los países de Europa más afectados por la pandemia con más de 28.400 muertos, ahora hay varias decenas de brotes activos.

La zona de Lérida es una de las que más preocupan.

Según las autoridades, el foco de contagio está relacionado con los trabajadores agrícolas temporales que laboran en la recolección de fruta.

– Mascarilla obligatoria –
El aislamiento de la zona decretado el pasado fin de semana permitió “hacer bajar la tasa de contagio”, es decir, el número de personas que contamina de media una persona que tiene el virus, explico Vergés.

Pero el número de nuevos casos siguió aumentando y los casos positivos ya representan el 35% del número de test que se llevan a cabo, “muy por encima del resto de Cataluña”, donde oscilan entre el 5 y el 9%, subrayó.

En las afueras de Barcelona, la ciudad de Hospitalet de Llobregat también registró un aumento del número de casos, que pasaron de 31 a 107 en una semana, según el alcalde.

Asimismo existen otros focos en la región de Galicia (noroeste), donde 70.000 personas no pueden salir de una zona aislada, al igual que en la ciudad de Ordizia, en el País Vasco.

En estas dos regiones se celebraban este domingo elecciones regionales, las primeras desde que empezó la pandemia, con medidas de higiene y seguridad reforzadas.

Los electores con covid-19 tenían prohibido participar, en total unas 420 personas de un total de 4,5 millones de electores llamados a renovar los parlamentos regionales, indicaron las autoridades locales.

Los electores, con mascarilla, presentaban a distancia su documento de identidad en vez de entregarlo a las personas en la mesa electoral, que llevaba guantes, según imágenes de la televisión pública española.

En este contexto de rebrote de la epidemia, varias regiones decidieron reforzar la obligación de llevar mascarilla.

En toda España ya es obligatorio llevarla en los espacios públicos cerrados o en la vía pública en caso de que no se pueda mantener una distancia de seguridad de un metro y medio con las demás personas.

Pero Cataluña decidió el jueves obligar a llevar mascarilla todo el tiempo, incluso cuando es posible respetar esa distancia de seguridad, y cuando se hace deporte.

El archipiélago de las Baleares también reforzará la obligación de llevar mascarilla a partir del lunes y otras regiones como Andalucía (sur) y Aragón (norte) piensan hacer lo mismo.