La reina Isabel II del Reino Unido cumplió 94 años el 21 de abril, pero la monarca siempre tiene un cumpleaños oficial agendado durante junio, cuando el clima local no es tan lluvioso ni húmedo como en los meses anteriores.

Este 2020, la jefa de Estado conmemoró una nueva vuelta al Sol aislada junto a su marido, el príncipe Felipe, al interior del Castillo de Windsor, su residencia de fin de semana ubicada al oeste de Londres, todo debido a la pandemia de coronavirus.

Este año, además, marcó la primera vez en décadas en que la soberana no ha podido cumplir con sus deberes reales en público, los que incluyen desde visitas en terreno y participar de eventos hasta ofrecer fiestas en los jardínes del Palacio de Buckingham.

No obstante, la tradición de su cumpleaños veraniego se realizará de todas formas cuando su país sigue combatiendo los estragos del nuevo coronavirus, aunque la enfermedad los azota con menos fuerza que en semanas anteriores.

De acuerdo a Daily Mail, la corona ya tiene planeado un “mini” cumpleaños en el famoso rectángulo del milenario castillo en el que se encuentra alejada del mundo exterior.

La instancia, pactada para el 13 de junio, tampoco contará con público, grandes contingentes de uniformados ni vuelos de la Real Fuerza Aérea.

De acuerdo al matutino, se espera un saludo de armas a las 11:00 horas, con la participación de un pequeño grupo del regimiento de los Guardias Galeses y otra acotada dotación de una banda del Ejército.

Medios locales afirman que, como todos los años, la BBC cubrirá en vivo el evento, pero sin asistentes externos, solo con las personas que miren desde dentro de la estructura.

Felipe cumplirá 99 años tres días antes del espectáculo y será uno de los pocos que podrá disfrutar del show, ya que todos los miembros de la familia real están guardando aislamiento social en sus respectivos hogares.

En un año normal, la celebración incluye desfiles por todo el centro de Londres y una demostración militar en el campo de desfile llamado Horse Guards Parade, a cuadras de Whitehall, las casas del Parlamento, la Abadía de Westminster y Downing Street.

Luego, el público con invitaciones, y luego aquellos sin tickets, es guiado hasta el frontis del Palacio de Buckingham, donde la tradición dicta que la familia real en pleno salga al famoso balcón del recinto, tras lo cual se canta el himno nacional y observan los vuelos de aviones de las Fuerzas Armadas.