La jefa de los servicios de salud de Escocia, Catherine Calderwood, dimitió este domingo a su cargo, tras ser sorprendida incumpliendo las normas de cuarentena que ella misma promovía como medida para detener la propagación del Covid-19.

La polémica inició cuando el periódico ‘The Scottish Sun’ publicó el sábado imágenes de Calderwood acudiendo a su segunda residencia en la localidad de Earlsferry, junto a su esposo y sus tres hijos.

La funcionaria había sido la voz de la campaña de información del gobierno escocés contra el coronavirus, instando a las personas a evitar todos los viajes no esenciales, algo que ella incumplió y que trajo coletazos de forma inmediata.

Una vez revelada la información, Calderwood dio una conferencia de prensa el domingo junto a la primer ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, donde pidió disculpas por su “error” y descartó dimitir. Algo que cambió en un par de horas.

Finalmente, la noche de domingo, Calderwood renunció como jefa de los servicios de salud escoceses, asumiendo su error y declarando que las personas deben tener confianza en sus autoridades.

“Lo más importante para mí ahora y en los próximos meses muy difíciles es que las personas en Escocia sepan lo que deben hacer para reducir la propagación de este virus y eso significa que deben confiar completamente en quienes les dan consejos. Renuncio con el corazón encogido como directora”, declaró Calderwood a su renuncia.