Irán puso fin a la cooperación con el gobierno de Ucrania luego de que un noticiero del país europeo filtrara un audio que dio cuenta de que el control aéreo iraní supo de inmediato que uno de sus misiles había derribado el avión ucraniano en Teherán .
Todo esto, en el contexto de la investigación por el vuelo PS-752, en el cual murieron 176 personas de distintos países.
En el audio, según tradujo la agencia ucraniana UNIAN, se escucha una conversación entre un operador de la torre de control y el piloto de un segundo avión que da cuenta de haber visto lo que parecía ser un misil impactando una aeronave, para luego verla estrellarse.
“Hay luces como de misil. ¿Debería algo así estar pasando aquí?”, consulta el piloto en el audio filtrado por TSN.
A esto, el operador responde preguntando más detalles sobre la ubicación, la que el piloto da una estimación y continúa el relato: “Ahora veo la luz volar desde ahí”.
Tajante, el operador responde que “no se nos ha informado nada de esto. ¿Cómo se ve la luz?”, a lo que el piloto contesta “es seguramente la luz de un misil”.
Entonces, ante la posibilidad de que sea un ataque enemigo, el operador preguntó si “¿no está volando hacia la ciudad (Teherán), cierto?”, lo que fue descartado por el piloto, quien replicó que “pude ser… oh, no, está volando desde la dirección de la ciudad”.
Tras esto, el operador intenta por más de dos minutos contactar a la cabina del avión ucraniano siniestrado. En medio de esto, el piloto que reportó la situación acotó que “vimos una explosión, una gran luz de explosión, no entendemos qué es”.
Escucha el audio aquí (en idioma original):
Las autoridades ucranianas afirmaron ante la revelación que ésta da cuenta de que el avión fue derribado por un misil y de que el gobierno iraní no dio advertencia alguna a los vuelos civiles de algún peligro inminente en el área.
Al principio, Irán atribuyó la caída del avión a dificultades técnicas, lo que fue rectificado tres día después, tras la publicación y verificación de un video del impacto.
El accidente ocurrió en el contexto de la creciente tensión luego de que los Estados Unidos asesinaran el 3 de enero al general iraní Qassem Suleimani, y de que Irán respondiera disparando misiles contra instalaciones del país norteamericano en la región.
