El sábado y domingo entre un 25 y un 30% de los trenes de alta velocidad y los regionales funcionaban en el país. Si el movimiento continúa podría poner en peligro las vacaciones de decenas de miles de personas, ya que harán falta varios días para recuperar la normalidad en los transportes.

Once días de huelga de transportes en Francia y la perspectiva de una Navidad sin trenes ni metros y con los aeropuertos colapsados preocupa a los ciudadanos y al gobierno, que quiere reunirse con los sindicatos para hablar sobre su polémica reforma del sistema de pensiones.

Durante este fin de semana, entre un 25 y un 30% de los trenes de alta velocidad y los regionales han funcionado en el país.
En París había nueve líneas de metro cerradas, sobre un total de 16, y algo más de la mitad de los autobuses conseguían circular.

El domingo la situación se está manteniendo gual y los servicios de transporte en la capital se están viendo “muy afectados” por este movimiento de protesta el lunes.

Faltan diez días para Navidad y ni gobierno, ni sindicatos, ni ciudadanos saben hasta cuándo durará esta huelga y de qué manera podría desbloquearse la situación.

Si el movimiento continúa podría poner en peligro las vacaciones de decenas de miles de personas, ya que harán falta varios días para recuperar la normalidad en los transportes. “La mitad de los viajeros” tendrán trenes para las fiestas de fin de año, según la SNCF, la compañía nacional de trenes francesa, citada por el diario Le Parisien.

El gobierno pidió a los responsables de esta empresa que hagan “un plan” para informar de qué trenes se mantendrán y cuáles serán anulados, para que los ciudadanos puedan organizarse.
Los sindicatos rechazaron de plano esta semana la idea de una “tregua de Navidad”.

Nuevas protestas

Este sábado se han celebrado protestas en algunas ciudades de Francia como Estrasburgo, Lyon y Rennes y se esperan grandes manifestaciones el martes en todo el país en las que participarán no sólo empleados del sector transportes sino funcionarios, estudiantes, personal sanitario, abogados, profesores o jueces.

Esta semana, el gobierno y los profesores llegaron a un acuerdo para revalorizar sus salarios, lo que costará al Estado unos 10.000 millones de euros, aunque por ahora no se dijo cuándo entrará en vigor.

Los policías también suspendieron su movimiento de protesta el viernes después de haber obtenido la garantía del gobierno de que podrán jubilarse antes, dados los riesgos que entraña su profesión.

El primer ministro, Edouard Philippe, invitó además a los sindicatos a una reunión la próxima semana, aunque por ahora no se sabe si éstos respondieron afirmativamente.