El líder laborista británico, Jeremy Corbyn, rezagado en los sondeos a dos días de las legislativas, atacó el martes al gobierno conservador sobre el que parece ser su punto débil: los recortes presupuestarios que debilitaron el venerado servicio público de salud.

Sin embargo, los conservadores de Boris Johnson ganarían las elecciones legislativas, en las que el país se juega no solo su próximo gobierno sino la cuestión más importante de su historia moderna: el Brexit, con una pequeña mayoría, si bien la distancia con la oposición laborista se reduce, según un sondeo YouGov publicado este martes por la noche.

Interrogados sobre su intención de voto si las elecciones se celebraran el miércoles, el 43% de los encuestados respondió conservador, y el 34% laborista.

Según la proyección, el partido de Boris Johnson ganaría 339 escaños (22 más respecto a los comicios de 2017), lo que, sin embargo, representa 20 escaños menos que en la últimas proyecciones de YouGov del 28 de noviembre.

En el poder desde julio pero sin mayoría parlamentaria, Johnson convocó los comicios en un intento de obtener la hegemonía que le permita cumplir su promesa de sacar al país de la Unión Europea el 31 de enero.

Pero un documento interno del Partido Conservador, fechado del 7 de diciembre y publicado el martes por el diario The Daily Telegraph, dio la voz de alarma.

Debido a la campaña de “voto táctico” lanzada por los antibrexit, bastarían 40.000 votos en 12 circunscripciones claves para convertir a Corbyn en primer ministro a la cabeza de una coalición proeuropea.

Situado en el ala más izquierdista de su partido, este exsindicalista sexagenario atrapó la ocasión al vuelo y aprovechó una polémica fotografía publicada el lunes para lanzar su ataque final.

Filtración inoportuna

El pequeño Jack, un niño de cuatro años enfermo que fue fotografiado durmiendo en el suelo de un hospital, con una vía intravenosa y una bolsa de suero, se convirtió en símbolo de los estragos que nueve años de austeridad conservadora hicieron en el servicio de salud gratuito NHS.

“Los pacientes están en riesgo por la escasez de personal, la falta de equipos, el mal mantenimiento de los edificios de los hospitales, en realidad, es un problema grave, es una cuestión política”,
lanzó Corbyn.

En las encuestas, la degradación del NHS aparece como la segunda preocupación de los votantes tras el Brexit.

La polémica creció el martes con la publicación en portada de The Mirror de la foto de un bebé dormido sobre un sillón, en un servicio de urgencias donde tuvo que esperar seis horas.

En opinión de Steven Fielding, politólogo de la Universidad de Nottingham especializado en el laborismo, “este tipo de cosas de último minuto que realmente hacen que llegue el mensaje central del Partido Laborista podría empujar a algunas personas de ciertas circunscripciones vitales a votar” por Corbyn.

Pero la que parecía ser la gran baza de los laboristas en las horas finales de campaña se volvió contra ellos cuando se filtró una conversación de su responsable de Sanidad, Johathan Ashworth.

Los votantes “no pueden soportar a Corbyn y piensan que el laborismo bloqueó el Brexit”, dijo a un amigo conservador según el blog político Guido Fawkes.

Ashworth atribuyó después a una “broma” estos comentarios sobre un líder que ha enfrentado el rechazo de una parte del aparato laborista, pero el momento no podía ser peor: su partido planeaba llevarlo a todas la televisiones para que hablase del NHS.

Johnson no tardó en reaccionar: “Jonathan Ashworth dice lo que piensan cientos de candidatos laboristas y millones de electores”, tuiteó.