Los presidentes ruso, Vladimir Putin, y ucraniano, Volodimir Zelenski, estaban reunidos este lunes en París para una cumbre auspiciada por Francia y Alemania en la que se busca relanzar el proceso de paz en Ucrania y abrir un nuevo capítulo en las relaciones con Moscú.

Estas negociaciones, con un formato llamado “Normandía” en referencia a la región francesa donde se reunieron los cuatro dirigentes por primera vez en 2014, no se celebraban desde 2016.

Los dos presidentes se sentaron frente a frente alrededor de una mesa en un salón del Palacio del Elíseo, sede de la presidencia francesa, poco después de las 16:00 (12:00 de Chile) junto al presidente francés, Emmanuel Macron y la canciller alemana Angela Merkel.

Los cuatro dirigentes llegaron a la cumbre tras mantener reuniones bilaterales. Después del encuentro darán una conferencia de prensa.

Tras tres años de punto muerto, el veterano Putin estrechará por primera vez la mano de Zelenski, un actor que llegó al poder en mayo.

La guerra entre Kiev y los separatistas prorrusos ha provocado más de 13.000 muertos en la cuenca de Donetsk, bastión industrial del este ucraniano, en más de cinco años.

Los combates se redujeron desde los acuerdos de Minsk en 2015. Pero 80.000 hombres siguen en la línea de frente, a lo largo de 500 kilómetros, y cada mes se producen víctimas mortales.

Occidente y Ucrania acusan a Moscú de financiar y de armar a los rebeldes, lo que Rusia niega, afirmando que desempeña un rol político-humanitario para proteger a las poblaciones locales de habla rusa.

Prueba para Macron

El presidente francés y la canciller alemana, la única que ha participado en todas las cumbres “Normandía” junto con Vladimir Putin, esperan señales concretas en París para avanzar en la cuestión de la paz.

“Necesitamos la consolidación del alto el fuego, el desminado de la línea de contacto, definir nuevas zonas de retirada [de los combatientes], prever nuevos intercambios de prisioneros”, detalla la presidencia francesa.

Para Macron, cuyo llamado a un acercamiento entre la UE y Rusia sigue sin ser bien recibido por sus homólogos europeos, esta cumbre será también una prueba de la buena voluntad del presidente Putin.

“Si la cumbre fracasa, eso sería un fracaso personal para Macron por sus esfuerzos para que se celebre”, considera Gerhard Mangott, profesor de Relaciones Internacionales en la universidad de Innsbruck, en Austria.

Desde el cambio de presidente en Ucrania, se sintió un cierto alivio de las tensiones: se produjo el intercambio de 70 prisioneros –entre ellos figuras muy simbólicas–, las tropas retrocedieron en tres pequeños sectores de la línea de frente y los buques de guerra que habían sido interceptados por Rusia fueron devueltos.

Pero Volodimir Zelenski, novato en política, está bajo la presión de la opinión en su país, que teme que haga demasiadas concesiones para cumplir su promesa de campaña de poner fin a la guerra.

¿Presión sobre Zelenski?


Unas 200 personas pasaron la noche en tiendas de campaña frente al edificio presidencial en Kiev, exhortando a Zelenski a no “capitular”
. El domingo, fueron 5.000 los que manifestaron en el centro de la capital ucraniana bajo el mismo lema.

Zelenski impuso varias condiciones en la celebración de elecciones en Donetsk, etapa clave del proceso de paz, alrededor de la cual hay mucha preocupación.

El presidente ucraniano reclama el desmantelamiento previo de todos los grupos armados “ilegales” -incluido los separatistas prorrusos y sus aliados rusos- y el regreso del control de Kiev en la frontera con Rusia.

Ahora bien, los acuerdos de Minsk solo prevén este regreso del control de Kiev a la frontera, por la que supuestamente transitan hombres y armas, al día siguiente de las elecciones.

“Si hay que renegociar sobre este punto o encontrar una manera de satisfacer la petición del presidente Zelenski, estamos dispuestos discutirlos”
, dicen en el Elíseo.

Putin se ha mostrado más circunspecto sobre sus intenciones, contentándose con describir a su homólogo ucraniano como “sincero” y “simpático”.

Pero las concesiones no pueden venir solo de Zelenski, insiste Alemania. “Si queremos progresar, Rusia también debe hacer un gesto”, afirmó el jefe de la diplomacia alemana Heiko Mass.